Dos policías acompañaron al expresidente francés Nicolas Sarkozy durante su primera noche en prisión , alojándose en una celda vecina para su seguridad, según el ministro del Interior del país.
Laurent Nuñez confirmó que el expresidente, quien cumple una condena de cinco años tras ser declarado culpable de conspiración criminal, continuará recibiendo protección en prisión debido a su estatus y “dadas las amenazas que enfrenta”.
El ministro, que habló el miércoles con la emisora de radio Europe 1, añadió que las medidas de seguridad seguirán vigentes “mientras se considere necesario”.
“Estoy a cargo de la seguridad de las personas, de los altos funcionarios”, dijo Núñez al explicar que fue su decisión extender la protección de Sarkozy mientras cumple su condena.
“Fue una decisión que tuvo como objetivo garantizar su seguridad además, obviamente, de todo lo implementado por la administración penitenciaria”, añadió.
Nicolas Peyrin, subsecretario general del sindicato de guardias penitenciarios, declaró a BFMTV, afiliada de CNN, que la seguridad adicional brindada al expresidente no era necesaria. «No veo por qué el Ministerio del Interior intervendría en asuntos de detención», afirmó. «Ya sabemos cómo hacerlo muy bien».
El abogado de Sarkozy, Jean-Michel Darrois, habló con BFMTV el martes por la noche e insistió en que su cliente no había recibido ningún trato especial.
“Está en una celda de nueve metros cuadrados (casi 97 pies cuadrados) y hay ruido constantemente. Todos los presos hacen ruido, gritan, golpean las paredes”, dijo Darrois. “En principio, dados los cargos que ha ocupado, debería tener un estatus diferente. No lo solicitó, así que no lo tiene”, añadió.
Al salir de la prisión después de una visita el miércoles por la mañana, otro de los abogados de Sarkozy, Christophe Ingrain, se negó a ofrecer a los periodistas ningún comentario sobre las protecciones policiales de Sarkozy.
Sarkozy fue sentenciado el mes pasado por conspiración criminal por su papel en un plan para financiar su campaña presidencial de 2007 con fondos de Libia a cambio de favores diplomáticos.
El ex presidente, que dejó el cargo en 2012, ha apelado su condena, pero mientras tanto se espera que ocupe una celda en régimen de aislamiento o en el llamado “ala VIP” del complejo penitenciario de La Santé.