El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, ofreció detalles sobre la investigación que derivó en la detención de “Pequeño J” y su cómplice Matías Ozorio, en el marco del triple crimen de Florencio Varela. El funcionario destacó la magnitud del operativo y señaló que “hicimos un trabajo de campo muy importante, porque estaba todo armado para que esto quede impune”.
El operativo para detener a “Pequeño J”
Según relató Alonso en diálogo con A24, la captura estuvo marcada por la tensión y la logística: “Casi lo agarramos en La Matanza. Iba cambiando de chip, hablaba con tres teléfonos y teníamos la expectativa de que regresara. Finalmente, lo localizamos en José C. Paz, cuando tomó un micro”.
El ministro subrayó que se trataba de una organización desconocida hasta el momento, con conexiones cercanas a grupos del Perú: “Pequeño J le daba la venta de droga a La Matanza junto a su primo. Hay una línea que lo relaciona con Los Pulpos, que manejan la logística de la droga desde Perú hacia la Argentina”.
La prueba clave: el video del crimen
Alonso reveló que dos testigos presenciaron el video en el que fueron asesinadas las víctimas. El material, difundido a través de una aplicación, fue utilizado como mensaje mafioso: “Decía que esto le pasa a quienes roban, no lo justifica, pero fue un mensaje hacia Perú”.
Además, destacó que se contaba con escuchas telefónicas y geolocalización por antenas, lo que permitió reconstruir el recorrido de los sospechosos. “A Ozorio lo detuvimos a las 10 de la mañana de hoy, pero no lo anunciamos para que Pequeño J no se enterara”, explicó.
El rol de la política y la búsqueda de poder
El ministro también cuestionó a Patricia Bullrich: “Fue inoportuno lo que hizo por oportunismo político, casi se cae la operación, pero por suerte pudimos concretar las detenciones”.
Sobre el trasfondo del caso, Alonso planteó que “Pequeño J quería construir un liderazgo temerario. Tenía que rendir cuentas por algo que había desaparecido y utilizó este crimen como muestra de poder. En Perú están muy enojados con lo ocurrido”.
Otros detalles de la investigación
El funcionario confirmó que Ozorio cumplía el rol de cajero dentro de la banda y que los encargados de la fosa fueron pagados con dinero y drogas sintéticas. También remarcó la importancia de un audio aportado por la madre de una de las detenidas, quien temía por la vida de su hija.
“Sabemos que había dos personas cercanas, padre y abuelo, con quienes hablaba Pequeño J, además de otros detenidos. Entre ellos, estaría el responsable de filmar el video del asesinato”, concluyó Alonso.