MADRID, 30
El Ejecutivo se acerca a la tercera prórroga consecutiva de unas cuentas diseñadas durante la legislatura anterior por un Gobierno distinto y aprobadas por un Parlamento con mayorías diferentes a las actuales. La falta de presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2026 genera incertidumbre política y económica, mientras la oposición exige explicaciones claras.
Hoy se cumple la fecha límite marcada por la Constitución para remitir al Congreso los objetivos de estabilidad y el techo de gasto no financiero, un paso imprescindible para elaborar las cuentas. Sin embargo, el Gobierno no ha realizado este trámite, lo que imposibilita que se cumpla el artículo 134 de la Constitución, que establece la obligación del Ejecutivo de presentar el presupuesto al menos tres meses antes de la expiración del año anterior.
Como consecuencia, a partir del 1 de enero se prorrogarán automáticamente, por tercera vez, las cuentas de 2023, elaboradas por el Gobierno anterior y aprobadas por un Parlamento con composiciones distintas.
El Parlamento espera la llegada del proyecto presupuestario, pese a que el presidente Pedro Sánchez anunció hace meses que se remitiría la propuesta para el ejercicio 2026. Sin embargo, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha evitado dar explicaciones en el Senado sobre el retraso y ya no insiste en la promesa de presentar los Presupuestos a tiempo.
El Ejecutivo es consciente de que no cuenta con los votos suficientes para aprobar las cuentas. Podemos, Junts y ERC, partidos que respaldaron la investidura de Sánchez, condicionan su apoyo a exigencias que incluyen la renuncia a incrementos en Defensa, cambios en relaciones exteriores, cumplimiento de compromisos presupuestarios en Cataluña y un modelo de traspaso de impuestos similar al del País Vasco.
Ante esta situación, el Gobierno podría enviar al Congreso únicamente el techo de gasto y, en caso de rechazo, elaborar el proyecto basado en las cuentas actuales, remitirlo fuera de plazo y retirarlo antes de la votación si no se consiguen apoyos. Los grupos parlamentarios consideran que Sánchez maniobrará para evitar un fracaso que normalmente conllevaría elecciones anticipadas, atribuyendo la falta de Presupuestos a la negativa de otras formaciones políticas.