Uno de los organismos que otorgan el Premio Nobel advirtió que la libertad académica está bajo amenaza en los EE. UU. y en otros lugares, y que la interferencia política puede tener efectos negativos duraderos, mientras los científicos se preparan para los anuncios de premios de la próxima semana.
Donald Trump ha introducido o propuesto una serie de medidas en su segundo mandato que, según sus críticos, obstaculizarán la educación y la investigación científica.
Ylva Engstrom, vicepresidenta de la Real Academia Sueca de Ciencias, que otorga los premios de química, física y economía, dijo que los cambios de la administración Trump fueron imprudentes.
“Creo que, tanto a corto como a largo plazo, puede tener efectos devastadores”, declaró a Reuters en una entrevista. “La libertad académica… es uno de los pilares del sistema democrático”.
La administración Trump niega que esté sofocando la libertad académica y afirma que sus medidas reducirán el desperdicio y promoverán la innovación científica en Estados Unidos.
Engstrom, que también es miembro de la junta directiva de la Federación Europea de Academias de Ciencias y Humanidades, no forma parte de ninguno de los tres comités que otorgarán los premios de química, física o economía.
Los premios Nobel, considerados por muchos como los galardones científicos más prestigiosos del mundo, se anunciarán a partir de la próxima semana, comenzando con el de medicina o fisiología el lunes y terminando con la entrega de los ganadores de economía una semana después.
Los premios fueron creados por el acaudalado inventor sueco de la dinamita, Alfred Nobel, y también se otorgan por logros destacados en física, química, literatura y paz. Su dotación es de 11 millones de coronas suecas (1,2 millones de dólares).
Trump ha dicho varias veces que merece el Premio Nobel de la Paz, aunque los expertos dicen que sus posibilidades son muy escasas.
El presidente de Estados Unidos ha propuesto recortar el presupuesto de los Institutos Nacionales de Salud, el mayor financiador de investigación biomédica del mundo, y quiere desmantelar el Departamento de Educación, en un intento de reducir el papel del gobierno federal en la educación en favor de un mayor control por parte de los estados.
Su administración también ha dicho que priorizará la entrega de subvenciones a programas que se centren en la “educación patriótica” y exigió que las escuelas limiten la matrícula universitaria internacional al 15%.
“Para la investigación, habrá una gran reducción en lo que los científicos estadounidenses pueden hacer y en lo que se les permite hacer, en lo que pueden publicar y en lo que pueden obtener financiación. Esto tendrá importantes consecuencias”, afirmó Engstrom, presidente del comité de política de investigación de la Real Academia Sueca de Ciencias.