No es mala idea para una sátira de Hollywood, y cuenta con un cameo del reconocido actor de personajes Fred Melamed, cuya aparición, sin embargo, deja en evidencia la ingenuidad del resto del reparto. Aunque quería que me gustara esta producción de bajo presupuesto, que intercala con descaro sus escenas modestas con imágenes de archivo del horizonte de la ciudad, la película iba perdiendo fuelle y, escena tras escena, la interpretación resultaba torpe e insegura, además de presentar algunos problemas de audio en la banda sonora.
La historia se desarrolla en Los Ángeles . Dev (Matthew Sato) es un joven aspirante a guionista que, tras ser despedido humillantemente de su trabajo como asistente ejecutivo por intentar vender su guion a la competencia, se encuentra en una situación cada vez más desesperada por abrirse camino en la industria. Para consternación de su sufrida novia, Monica (Olivia Rouyre), Dev decide jugárselo todo a una última carta: se hace amigo de Trip (Will Sennett), el hijo rico y problemático del productor de cine Scott Lefkowitz (Melamed), un pez gordo conocido por su capacidad de aprobar proyectos con una sola llamada.
Trip es un idiota heredero, un enchufado con aires de grandeza, que aspira a ser un poeta visionario pero carece de talento y tiene un temperamento explosivo. Está encantado con su nuevo mejor amigo, Dev, a quien somete a interminables diatribas y monólogos bajo los efectos de las drogas. Por su parte, el cínico Dev lo soporta porque cree que su entrada al mundo del éxito en Hollywood depende de adularlo con servilismo mientras intenta desviar la conversación hacia su guion y el poderoso padre de Trip. La película divaga hasta un final ridículo y poco convincente, una especie de thriller de terror. Una premisa divertida sin sustancia.
Corre el año 1996 en Brasil , y la joven bombera Ana (Marjorie Estiano) regresa al trabajo tras sufrir un bloqueo mental. En un flashback, vemos que, de niña, sobrevivió al horrible intento de homicidio-suicidio de su madre, quien sufría trastornos mentales. Desafortunadamente, uno de sus primeros trabajos al volver al trabajo es responder a una llamada desde una residencia de ancianos en ruinas, en medio de la nada. La primera señal de que algo anda mal cuando ella y el equipo llegan es que nadie en la residencia admite haber llamado. El lugar en sí también es problemático; la humedad en las paredes no solo supone un desafío para los agentes inmobiliarios, sino que podría calar hondo.
Así, se prepara el escenario para que los peligros del pasado y el presente de Ana choquen. Claro que, actualmente, los personajes con antecedentes traumáticos abundan en el género de terror; Han quedado atrás los tiempos en que el terror y la inquietud surgían del hecho de que estas cosas terribles le sucedieran a una familia normal, a una joven inocente o a un grupo de adolescentes comunes y corrientes, y que, por lo tanto, también te pudieran suceder a ti. Quizás los cineastas se han dado cuenta de que nadie se considera a sí mismo como alguien que ha vivido una vida sin problemas. Todos somos vulnerables.
