Aunque me encanta el clásico croque monsieur (o madame), de vez en cuando me gusta innovar con diferentes quesos y toques de otros condimentos; básicamente, me gusta experimentar. Esta versión con puerro tiene un reconfortante sabor otoñal y, además, es un poco especial. Si vienen amigos a casa, preparo la base de puerro y bechamel con antelación, relleno los sándwiches justo antes de hornearlos y los sirvo con una ensalada de hojas amargas.
Coloca los puerros en rodajas, el ajo y la mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio-bajo, sazona bien y sofríe, removiendo ocasionalmente, durante 15-20 minutos, hasta que los puerros se hayan cocinado y estén pegajosos.
Mientras tanto, precalienta el horno a 240 °C (220 °C con ventilador)/475 °F/gas 9. Incorpora la harina a la mezcla de puerros y cocina durante un minuto, hasta obtener una pasta espesa. Vierte la leche, sube un poco el fuego y bate hasta que la salsa esté suave. Sigue batiendo durante un minuto, hasta que la salsa espese, y retira del fuego. Incorpora la mostaza y dos tercios del queso comté y cheddar rallado, y reserva.
Tuesta el pan (en tandas, si es necesario) y unta mantequilla en un lado de cada rebanada. Coloca cuatro rebanadas de pan tostado con la mantequilla hacia abajo sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Unta cada una con una buena cantidad de bechamel de puerros y coloca encima otra rebanada de pan tostado, esta vez con la mantequilla hacia arriba. Termina cada sándwich con una capa de la bechamel de puerros restante y espolvorea con el queso rallado restante. Hornea durante 10-14 minutos, hasta que los croques estén dorados, burbujeantes y con el relleno fundido.
Sírvelo inmediatamente, con una ensalada aliñada al lado, si lo deseas.
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