El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a James Comey de perjurio por el testimonio que dio ante el Congreso hace cinco años.
La noticia vuelve a poner al exjefe del FBI en el centro de atención casi una década después de desempeñar un papel clave en el drama de la campaña electoral de 2016.
¿Quién es James Comey?
Después de pasar su infancia en Nueva York y Nueva Jersey, el joven abogado trabajó para varios fiscales federales, incluido Rudy Giuliani en el destacado Distrito Sur de Nueva York a fines de la década de 1980.
Más tarde causó revuelo como fiscal principal contra la famosa ama de casa Martha Stewart, encarcelada por mentir sobre mala conducta financiera en 2004.
Ascendió en los escalones del Departamento de Justicia, pero se fue al sector privado antes de que el presidente Barack Obama lo designara para dirigir el FBI en 2013.
Su actuación como director durante las últimas semanas de la campaña presidencial de 2016, al investigar el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de la candidata demócrata Hillary Clinton, provocó una polémica.
Rompiendo con las normas de la agencia, el Sr. Comey anunció 11 días antes de las elecciones que reabriría el caso debido al descubrimiento de nuevos correos electrónicos. Una semana después, el caso se cerró de nuevo sin que se tomaran medidas adicionales.
El inspector general criticó la gestión del caso por parte de Comey y Clinton culpó a sus acciones por su derrota electoral.
Unos meses después se quedó sin trabajo, despedido por Donald Trump, el nuevo presidente.
¿Por qué Trump despidió a Comey?
En ese momento, Comey dirigía una investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones y si existían vínculos entre Moscú y la campaña de Trump.
La Casa Blanca afirmó que el despido se debió a la gestión de Comey de la investigación sobre Clinton. Los demócratas afirmaron que se debió a la investigación sobre Rusia.
Esta afirmación adquirió mayor peso cuando Trump dijo en una entrevista que había estado pensando en Rusia al actuar contra Comey.
A raíz del despido, la investigación quedó en manos de un fiscal especial.
Esto dio lugar a docenas de cargos criminales contra el personal de campaña de Trump y sus asociados por delitos que incluyen piratería informática y delitos financieros.
Pero no encontró que la campaña de Trump y Rusia hubieran conspirado para influir en la elección.