Meiselas es un hombre muy ocupado. Tan ocupado que tiene que interrumpir la entrevista a mitad de camino para realizar una propia, para su próxima emisión. Son las 7 a. m., hora de Los Ángeles, cuando nos reunimos por videollamada, y Meiselas ya lleva otra jornada de 18 horas de podcasting, planificación, entrevistas, reuniones y mucho más. Su canal «prodemocracia» MeidasTouch, que dirige con sus hermanos menores Jordan y Brett, publica 15 o más vídeos al día, la mayoría presentados por el propio Meiselas. «Estaba haciendo otro vídeo antes de este», dice, «así que ya he publicado uno que hice anoche, que era el de las 4 a. m., y ahora acabo de trabajar en el de las 7 a. m.; lo publicaré en cualquier momento. Y luego tendré uno a las 8:30, uno a las 10, uno a las 11:30…»
Su prolífica producción es parte de la razón por la que The MeidasTouch se ha convertido en uno de los podcasts más escuchados en Estados Unidos, superando constantemente al poderoso Joe Rogan tanto en video como en audio, e incluso superando a Fox News en visualizaciones de YouTube. Se cree que Rogan y otros miembros de la esfera de los podcasts de derecha inclinaron las elecciones de 2024 a favor de Donald Trump, lo que provocó una profunda reflexión en la izquierda estadounidense sobre su estrategia mediática y por qué necesitan un Joe Rogan propio. MeidasTouch parece haber llenado ese vacío.
En opinión de Meiselas, ese vacío va mucho más allá del podcasting. Le horroriza la reacción de los medios estadounidenses desde la llegada de Trump al poder. «Es una capitulación total», afirma. «O son noticias corporativas —como las noticias por cable, que simplemente se centran en ambos lados de los problemas e ignoran deliberadamente aspectos críticos y existenciales— o son simplemente medios de comunicación del régimen estatal, al estilo de Corea del Norte y Rusia: Fox News, OAN [One America News], Newsmax… Todas estas corporaciones están dirigidas por oligarcas de derecha; son herramientas para congraciarse con el régimen y obtener otros beneficios e intereses comerciales».
El espectáculo de directores ejecutivos y podcasteros «besando el anillo» en la toma de posesión de Trump consolidó esta impresión desde el principio. Como contraprogramación, Meiselas transmitió cuatro horas de adorables cachorros y gatitos para recaudar fondos para la Sociedad Protectora de Animales.
Si la izquierda busca a su Joe Rogan , Meiselas no es precisamente el candidato ideal. Mientras que Rogan es informal, divagante y a menudo crédulo ante las descabelladas afirmaciones de sus invitados, Meiselas es centrado, bien informado y desdeñoso. Y como cabría esperar de un exabogado litigante, habla con una fluidez improvisada («sin guiones ni notas; eso forma parte de la conexión que construyo con el público»), y trae recibos. Si tiene un lema, es «reproduzcan este vídeo», mientras ilustra otro caso de duplicidad, hipocresía, incompetencia, engaño y autoritarismo republicano con vídeo, audio, gráficos o datos.
Puede ser un entrevistador sensato; esta semana habló con los líderes demócratas Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, así como con la recién elegida congresista Adelita Grijalva. (Interrumpe la entrevista para hablar con un excomisionado de la Comisión Federal de Comunicaciones sobre la libertad de expresión y los monopolios mediáticos). Pero en un episodio típico —que puede ser una transmisión en solitario de 20 minutos o una charla de 90 minutos con sus hermanos—, a menudo se indigna visiblemente por lo que está sucediendo.