Los progresistas suelen considerar el patriotismo como algo tóxico. Las banderas y los himnos quedan relegados a la derecha populista. Pero el partido centrista D66, que casi triplicó sus escaños en las elecciones neerlandesas de esta semana y parece encaminado a formar el próximo gobierno en los Países Bajos, ha demostrado que otro enfoque es posible.
Bajo el liderazgo de Rob Jetten , se empleó lo que podríamos llamar patriotismo progresista, y los votantes respondieron positivamente. Cinco estrategias definieron ese éxito. Los políticos de toda Europa podrían aprender mucho de ello.
1. Adopta una mentalidad positiva y proactiva .
Durante años, la izquierda neerlandesa a menudo sonaba como un padre regañonando: «no se puede», «no lo haremos», «imposible». Jetten cambió el discurso. Su mensaje no era: «El mundo está condenado, así que debemos prohibirlo todo, desde volar hasta comer albóndigas o incluso tener hijos». En cambio, les dijo a las personas: «Este país puede hacerlo mucho mejor, ¿por qué no ponernos manos a la obra?».
El eslogan prestado de Jetten, het kan wél, era una torpe traducción al neerlandés del «sí, se puede» de Barack Obama . Pero el mensaje positivo caló hondo. Se hacía eco de la filosofía YIMBY popularizada por los escritores estadounidenses Ezra Klein y Derek Thompson : «Sí en mi patio trasero ». Una civilización obsesionada con evitar todo mal posible se vuelve incapaz de hacer ningún bien tangible.
2. Siéntete orgullosamente patriota
Durante años, el nacionalismo se consideró patrimonio de la derecha. Las expresiones de orgullo se cedieron al Partido de la Libertad (PVV), de extrema derecha , y a las protestas campesinas. En círculos progresistas, decir que uno estaba «orgulloso de los Países Bajos» suponía el riesgo de evocar el lema trumpiano «Países Bajos primero».
D66 rompió con esa autocrítica injustificada. Demostró que se puede sentir orgullo por un país considerado uno de los más felices del mundo sin excluir a las minorías ni vilipendiar a los extranjeros. En el congreso del partido D66, Jetten lucía radiante bajo una ondeante bandera tricolor neerlandesa.
En los debates, acorraló al líder del PVV, Geert Wilders, al exhibir un nuevo tipo de orgullo: un patriotismo progresista. No decía: «Tú defiendes a los Países Bajos mientras yo defiendo a la UE, la ONU o el derecho internacional», sino más bien: « Defendemos a los Países Bajos en nuestros propios términos».
3 Quítate los guantes cuando lo necesites
Un aspecto destacó durante los debates. Mientras otros líderes de izquierda y centro intentaban adoptar un tono propio de un primer ministro, Jetten fue directo al grano. Cuestionó sin tregua a Wilders sobre los detalles de las políticas del PVV, desde la crisis climática hasta la migración.
Muchos líderes temen que los debates acalorados envenenen el ambiente político. «Cuando ellos bajan la guardia, nosotros nos elevamos» sigue siendo un lema para muchos liberales.
Pero las elecciones están pensadas para poner de manifiesto las diferencias políticas, sobre todo en un parlamento con 15 partidos. Jetten evitó disputas innecesarias con partidos ideológicamente afines y se centró, en cambio, en su polo opuesto.
