Es probable que en dos semanas esté lista una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que ordene el despliegue de una fuerza internacional de estabilización en Gaza, pero podría retrasarse si no se resuelven las disputas sobre el mandato de la fuerza, incluyendo la cuestión del liderazgo militar estadounidense, su relación con la policía civil palestina y un calendario para la retirada militar israelí.
En una reunión celebrada el lunes en Estambul entre países musulmanes que consideran ofrecer tropas, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, declaró: «Los países basarán sus decisiones en la misión y la autoridad de la Fuerza Internacional de Estabilización. Creo que si la misión entra en conflicto con los principios y las políticas de los países que enviarán tropas, les resultará difícil hacerlo».
Otros temas que se están debatiendo incluyen un papel de liderazgo para Estados Unidos, un mecanismo de desescalada para las disputas con Israel y si debería establecerse un calendario para la retirada total de Israel de Gaza , o si este debería estar supeditado al desarme de Hamás.
Fidan reiteró que Turquía estaba dispuesta a proporcionar un contingente de tropas, algo que Israel ha rechazado debido al apoyo de Turquía a Hamás.
A la reunión asistieron los ministros de Asuntos Exteriores de Indonesia, Pakistán, Arabia Saudí y Jordania, así como representantes de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar. Egipto, considerado a menudo como un potencial líder de la fuerza, estuvo ausente.
Jordania ha declarado que, si bien no proporcionará tropas, está dispuesta a entrenar a una fuerza policial palestina previamente seleccionada que sería responsable de mantener la ley y el orden en Gaza, pero persisten las dudas sobre la interacción entre ambas fuerzas y sus respectivas responsabilidades.
Mientras tanto, la persistente violencia en Gaza ha aumentado los temores sobre la frágil tregua, tras la muerte de 115 personas y las heridas sufridas por 352 el martes. Fue el día más sangriento en el territorio desde que el alto el fuego entró en vigor el 10 de octubre.
El fin de semana, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, declaró: “Tenemos que acelerar el ritmo. Me temo que se nos acaba el tiempo. El alto el fuego es positivo. Era muy necesario. Necesitábamos un aumento de la ayuda humanitaria. Pero, sobre todo, necesitamos llenar el vacío de seguridad y administración que existe en la Franja de Gaza”.
Fidan se quejó de que “Israel viola regularmente el alto el fuego e impide la entrega de ayuda humanitaria al nivel requerido. Hemos llegado a una etapa extremadamente crítica”.