Sólo 64 países han presentado nuevos planes para reducir el carbono, afirma la ONU, a pesar de que todos estaban obligados a hacerlo antes de la cumbre COP30 del próximo mes.
En conjunto, estos compromisos nacionales no lograrían evitar que el mundo se caliente más de 1,5 °C, un umbral clave para alcanzar niveles muy peligrosos de cambio climático.
Si bien la revisión de la ONU muestra avances en la reducción de las emisiones de carbono durante la próxima década, la caída proyectada no es suficiente para evitar que las temperaturas superen este objetivo global.
El informe subraya la magnitud de la tarea que afrontan los líderes mundiales que se dirigen a Belém, en el norte de Brasil, la próxima semana para la reunión climática COP30.
Diez años después de que se acordara el pacto climático de París en 2015, los esfuerzos de los países para restringir el aumento de las temperaturas globales están bajo un nuevo escrutinio.
Todos los firmantes acordaron presentar un nuevo plan de reducción de carbono cada cinco años, que abarcaría la siguiente década.
Pero solo 64 países lograron asumir un nuevo compromiso este año, a pesar de las numerosas prórrogas del plazo. Estos representan alrededor del 30% de las emisiones globales.
Además, la revisión de la ONU incluye declaraciones de China y la UE sobre sus planes futuros realizadas en la Semana del Clima en Nueva York en septiembre .
En conjunto, los esfuerzos significan que las emisiones globales de dióxido de carbono deberían reducirse alrededor de un 10% para 2035.
Sin embargo, los científicos afirman que tal descenso no es suficiente para mantener el aumento de las temperaturas por debajo de 1,5 °C.
Mantener vivo ese objetivo requerirá fuertes reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero, hasta un 57% para 2035, según la ONU el año pasado .
«Este informe muestra que vamos en la dirección correcta, pero demasiado lentamente», afirmó Laurence Tubiana, director general de la Fundación Europea del Clima, a menudo considerado un arquitecto clave del Acuerdo de París.
«Es esencial reconocer los compromisos nacionales faltantes y afrontar la brecha persistente entre la ambición y su implementación real».
El límite de 1,5 °C acordado en París se considera desde hace tiempo el umbral de un calentamiento muy peligroso.
En 2018, los científicos destacaron los enormes beneficios para el mundo de mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5 °C, en comparación con permitir que suba a 2 °C. Superar los 1,5 °C implica olas de calor y tormentas más frecuentes e intensas, mayores daños a los arrecifes de coral y crecientes amenazas para la salud humana y los medios de vida, según científicos de la ONU.
Sin embargo, en 2024 ese límite se superó por primera vez durante un año entero.
Los líderes de las Naciones Unidas aceptan cada vez más el hecho de que, al ritmo actual, ese umbral se traspasará de forma permanente a principios de la década de 2030.