Las autoridades de Jamaica han impuesto toques de queda después de dos tiroteos recientes en los que seis personas, incluido un niño de cuatro años, murieron y otras nueve resultaron heridas mientras la presunta violencia de pandillas sacude la isla caribeña.
El tiroteo más reciente tuvo lugar el martes por la noche, cuando hombres armados no identificados pasaron en coche junto a un grupo de personas en la capital, Kingston, y abrieron fuego. Seis personas, entre ellas dos niños de nueve años y dos adolescentes, resultaron heridas de bala, según el superintendente de la policía de Kingston Central, Beresford Williams.
Más tarde se informó que uno de los adolescentes murió el miércoles por la mañana.
El domingo se produjo otro tiroteo al noroeste de la capital, cuando cinco personas, incluido un niño de cuatro años, murieron en las afueras de la ciudad de Linstead, en la parroquia de St Catherine.
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La policía no ha dicho qué motivó los asesinatos.
Andrew Holness, el primer ministro de Jamaica, que visitó a las familias de las víctimas en Linstead, describió el ataque como “terrorismo criminal” que fue “diseñado para generar en la gente de la comunidad el más alto nivel de miedo”.
“Y por eso mi presencia aquí también es para resaltar que también debemos enfocarnos en las víctimas: los tres niños que quedaron atrás por el asesinato de una madre inocente; el padre que estaba llorando hace un rato, porque su hijo no pudo darle un nieto; la abuela que estaba llorando en su habitación”, dijo a la comunidad doliente.
Condenando el «trágico asesinato sin sentido», el comisionado de policía, Kevin Blake, hizo un llamado a la comunidad para que apoye a la policía y lleve a los perpetradores ante la justicia. «Es hora de que, como pueblo, seamos intolerantes ante este tipo de comportamiento sin sentido; no necesitamos darles refugio. Estos tipos están en algún lugar, en algún lugar, siendo protegidos por alguien», dijo, y agregó que la policía de Jamaica haría todo lo posible para garantizar que los perpetradores sean llevados ante la justicia.
Se impuso un toque de queda en Linstead a partir de las 6 p. m. del lunes y continuará hasta las 6 p. m. del miércoles.
La isla de 2,8 millones de habitantes registró 522 asesinatos hasta el 4 de octubre, una caída del 41% en comparación con los 883 asesinatos reportados en el mismo período del año pasado, según estadísticas policiales.
Holness advirtió que “aunque estamos avanzando”, la misión de crear una Jamaica pacífica “no está completa”.
Añadió: «Seguimos por buen camino. Y podemos hacerlo aún mejor si todos los jamaicanos coincidieran en que hay que castigar a los criminales. Hay que llevarlos ante la justicia. No los protegeremos».