La comisión electoral de Tanzania declaró el sábado que la presidenta Samia Suluhu Hassan había ganado, con casi el 98% de los votos, unas elecciones que desencadenaron violentas protestas en todo el país esta semana.
El resultado otorga a Hassan, quien asumió el poder en 2021 tras la muerte en el cargo de su predecesor, un mandato de cinco años para gobernar el país de África Oriental de 68 millones de habitantes.
Según testigos, durante la votación del miércoles para presidente y parlamento estallaron protestas; algunos manifestantes arrancaron pancartas de Hassan e incendiaron edificios gubernamentales, y la policía respondió con gases lacrimógenos y disparos.
Los manifestantes están indignados por la exclusión de los dos principales rivales de Hassan de la contienda electoral por parte de la comisión electoral y por lo que describen como una represión generalizada.
El principal partido de la oposición de Tanzania afirmó el viernes que cientos de personas habían muerto en las protestas, mientras que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo que informes creíbles indicaban que al menos 10 personas murieron en tres ciudades.
El gobierno desestimó la cifra de muertos de la oposición como “enormemente exagerada” y rechazó las críticas a su historial de derechos humanos.
Reuters no pudo verificar de forma independiente las cifras de víctimas.
La comisión afirma que la participación fue del 87%.
La comisión electoral dijo que Hassan recibió más de 31,9 millones de votos, o el 97,66% del total, con una participación cercana al 87% de los 37,6 millones de votantes registrados del país.
Según testigos, la participación fue baja el día de las elecciones, y algunos colegios electorales se vieron afectados por las protestas.
Las autoridades tanzanas han impuesto un toque de queda a nivel nacional durante las últimas tres noches y han restringido el acceso a internet.
