El estadio Palogrande de Manizales fue escenario de un drama intenso el 25 de octubre de 2025, cuando las esperanzas del Unión Magdalena de permanecer en la máxima categoría del fútbol colombiano se vieron frustradas con una derrota por 1-0 ante el Once Caldas. El único gol de la noche fue obra de Dayro Moreno, un nombre con gol y agallas, quien rompió su propia sequía goleadora de mes y medio para sentenciar el destino del equipo visitante. Para el Unión Magdalena, el pitido final no solo marcó el final del partido, sino que confirmó su descenso a segunda división para la temporada 2026, un amargo hito que ahora los iguala con el Cúcuta Deportivo como los equipos con más descensos en la historia del fútbol colombiano.
El gol de Dayro Moreno en el minuto 43 fue mucho más que un gol más en su ya impresionante cuenta. El veterano delantero, reincorporado a la titularidad tras un tiempo de baja por decisiones técnicas y disciplinarias, rindió bajo presión cuando su equipo más lo necesitaba. Según LA PATRIA, «Dayro Moreno marcó el gol de la victoria para Once Caldas, poniendo fin a una sequía goleadora de aproximadamente un mes y medio». Ese gol marcó su gol número 373 de su carrera y el 166 con Once Caldas, un testimonio de su calidad inquebrantable y su habilidad para estar a la altura de las grandes ocasiones.
Unión Magdalena, conocido cariñosamente como el Ciclón Bananero, luchó con valentía en la cancha, pero las probabilidades estaban en su contra. Su descenso, ya oficial, es el quinto del club, sumándose a descensos similares en 1999, 2005, 2019 y 2023. Esta serie de reveses coincide con el dudoso récord del Cúcuta Deportivo, aunque con una distinción crucial: mientras que Cúcuta sufrió un descenso por sanciones administrativas, todos los descensos de Unión Magdalena se han debido estrictamente a su rendimiento en la cancha. Es un trago difícil de digerir para la afición que ha visto a su equipo luchar contra viento y marea, solo para quedarse atrás una vez más.
“Con cinco descensos, Unión Magdalena iguala al Cúcuta Deportivo como el equipo con más descensos en el fútbol colombiano, aunque Cúcuta perdió una categoría por sanciones administrativas, mientras que todos los descensos de Unión Magdalena fueron por motivos deportivos”, informó El Espectador. El club se encuentra ahora en el último lugar de la tabla de descenso con un coeficiente de 0,78, una estadística que ilustra claramente sus dificultades durante la temporada. El próximo año, en la segunda división, se les unirá Envigado, penúltimo con un coeficiente de 0,83, a pesar de seguir con vida en las semifinales de la Copa BetPlay.
El camino hasta este punto bajo ha sido arduo. Los partidos restantes de Unión Magdalena —partidos de local contra Tolima y Fortaleza, y un encuentro de visitante contra América de Cali— son ahora poco más que formalidades, pues su destino está decidido. Para su afición, es un momento de reflexión, frustración y quizás un atisbo de esperanza para un rápido regreso a la máxima categoría. La historia del club está marcada por estos ciclos de descenso y ascenso, y cada capítulo acrecienta la leyenda y el anhelo de estabilidad.
Mientras tanto, la victoria supone un impulso muy necesario para el Once Caldas, que también ha tenido una campaña complicada. El equipo de Manizales venía sufriendo una serie de malos resultados, incluyendo eliminaciones tanto de la Copa Sudamericana como de la Copa Colombia en cuartos de final. La afición local en Palogrande se había vuelto inquieta, con su paciencia puesta a prueba por la irregularidad del equipo. De cara al partido, el Once Caldas se encontraba en el puesto 13 de la liga con 19 puntos, consciente de que solo una actuación impecable en sus últimos cuatro partidos le daría alguna posibilidad de colarse en la fase de playoffs de cuartos de final de la temporada.
“El partido fue crucial para que Once Caldas mantuviera vivas sus esperanzas de clasificar a los playoffs”, señaló LA PATRIA. Con los tres puntos asegurados, Once Caldas ascendió a 22 puntos y al 12.º puesto en la clasificación de la Liga BetPlay, solo un punto por delante de Millonarios, a quien se enfrentará en un encuentro de alto riesgo en El Campín de Bogotá. El próximo choque, programado para el 29 de octubre a las 20:20, se perfila como un duelo a vida o muerte: quien pierda verá evaporarse sus sueños de playoffs. La presión es alta y el drama está lejos de terminar.
El regreso de Dayro Moreno al once inicial fue un tema importante de conversación antes del partido. El prolífico delantero había sido excluido de las alineaciones recientes debido a lo que se describió como decisiones técnicas, supuestamente derivadas de problemas disciplinarios. Pero con todo en juego, el entrenador Hernán Darío Herrera recurrió a su experimentado capitán, y Moreno cumplió con su estilo característico. Son momentos como estos los que definen carreras y temporadas; la capacidad de Moreno para dejar de lado las distracciones fuera de la cancha y concentrarse en la tarea en cuestión resultó invaluable para Once Caldas.
El contexto más amplio de la temporada 2025-2 de la Liga BetPlay Dimayor solo aumenta la intriga. En toda la liga, los resultados han sido todo menos predecibles. Ese mismo fin de semana, Alianza FC superó a La Equidad por 2-0, Fortaleza superó a Deportivo Pasto por el mismo marcador y Águilas Doradas sorprendió al Deportivo Pereira con una goleada de 5-1. América de Cali superó a Junior de Barranquilla por 2-1, mientras que Boyacá Chicó despachó a Envigado por 2-0. Deportes Tolima se impuso por 2-1 al Deportivo Cali, y Millonarios mantuvo vivas sus esperanzas con una victoria por 1-0 contra Independiente Santa Fe. La tabla de posiciones sigue muy ajustada, y cada partido tiene implicaciones importantes tanto para el posicionamiento en los playoffs como para la lucha por el descenso.
Para Envigado, el descenso es un trago amargo, pero su campaña no ha terminado del todo: siguen en la lucha por la gloria de la Copa BetPlay, con próximos partidos contra Águilas Doradas, Millonarios y Llaneros. Su destino en la liga está decidido, pero aún les queda un título por alcanzar, y quizás una oportunidad de salvar el orgullo antes de que termine la temporada.