Un coro estridente de bocinas y estibadores gritando “no los queremos” recibió a un barco portacontenedores de propiedad israelí cuando llegó a Livorno, una ciudad portuaria en la costa de Toscana, esta semana.
Durante dos días, los estibadores en huelga se mantuvieron firmes, negándose a descargar y volver a cargar el cargamento del barco, en una muestra de solidaridad desafiante con los palestinos y la flotilla Global Sumud, que intentaba llevar ayuda a Gaza . La protesta fue un triunfo y el barco, con destino a Estados Unidos y Canadá, partió.
Desde Génova, Trieste y Rávena en el norte, hasta Salerno y Taranto en el sur, en las últimas semanas los trabajadores portuarios de toda Italia han logrado obstruir el paso de barcos que se cree transportaban armas para Israel, mientras se intensifica la oposición a la guerra del país en Gaza.
La determinación de los estibadores de bloquear las armas y sofocar el comercio ha sido un componente crucial del levantamiento pro-palestino en Italia, a medida que aumenta la presión sobre el gobierno de extrema derecha de Giorgia Meloni para que adopte una postura más firme contra Israel.
El viernes, miles de personas salieron a las calles después de que Cgil, el mayor sindicato de Italia, convocara la segunda huelga general en menos de dos semanas, cerrando escuelas, paralizando el tráfico y causando interrupciones en el transporte público y la atención médica. También hubo protestas espontáneas el miércoles por la noche después de que las fuerzas israelíes interceptaran la flotilla y arrestaran a cientos de activistas, incluida la destacada activista Greta Thunberg.
El incidente de Livorno fue la primera vez que un barco israelí que transportaba mercancías generales fue bloqueado.
“Israel está exterminando a la gente de Gaza, matándola, matándola de hambre”, dijo Luca Simoni, un estibador. “No podemos permanecer indiferentes. Siempre hemos sido un puerto de bienvenida, no de guerra. Seguiremos protestando hasta que esta guerra termine”.