En las últimas semanas, el Pentágono ha cambiado deliberadamente su estrategia para atacar a presuntos narcotraficantes en el Pacífico oriental, en lugar del mar Caribe, porque los funcionarios de la administración creen tener pruebas más sólidas que vinculan el transporte de cocaína a Estados Unidos desde esas rutas occidentales, según personas familiarizadas con el asunto.
Según las fuentes, la información de inteligencia sugiere que es mucho más probable que la cocaína se trafique desde Colombia o México, en lugar de Venezuela, lo que plantea más preguntas sobre el verdadero propósito del despliegue militar estadounidense en el Mar Caribe.
Según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, los últimos cuatro ataques militares estadounidenses contra presuntos narcotraficantes se llevaron a cabo en el Pacífico oriental, y fuentes indicaron que es probable que los futuros ataques se concentren en esa zona debido a la mayor conexión con los mercados estadounidenses.
Por el contrario, se han planteado dudas sobre si todas las embarcaciones atacadas por Estados Unidos en el Caribe se dirigían realmente a ese país o transportaban drogas allí. Tras el primer ataque en septiembre, por ejemplo, el secretario de Estado Marco Rubio afirmó que la embarcación probablemente se dirigía a Trinidad y Tobago.
Venezuela tampoco es conocida por ser una fuente importante de cocaína para el mercado estadounidense, pero la administración Trump ha estado tratando agresivamente de vincular al presidente venezolano Nicolás Maduro con el narcotráfico, al tiempo que acumula una enorme presencia militar cerca de Caracas.
“Por orden del Presidente, el Departamento de Guerra está combatiendo a los cárteles y defendiendo nuestra patria de las actividades ilícitas de las Organizaciones Terroristas Designadas antes de que su violencia y toxicidad lleguen a nuestras costas, incluyendo todas las fronteras de nuestra nación”, declaró un funcionario del Pentágono a CNN. “El recién creado Grupo de Trabajo Conjunto Antinarcóticos del Departamento está intensificando sus esfuerzos tanto en la costa este como en la oeste para contrarrestar el narcotráfico ilícito por parte de narcoterroristas que utilizan rutas marítimas”.
La administración Trump no ha proporcionado al Congreso pruebas que respalden sus afirmaciones de que los 15 buques que el ejército ha atacado desde septiembre tanto en el Caribe como en el Pacífico, causando la muerte de al menos 61 personas, transportaban drogas y llevaban a bordo a conocidos narcotraficantes.