El número de personas fallecidas en Jamaica como consecuencia del huracán Melissa ha ascendido a 28, según ha anunciado el primer ministro de la nación caribeña.
Andrew Holness confirmó otras nueve muertes el sábado, y agregó que había informes de posibles fallecimientos que aún se estaban verificando, lo que sugiere que la cifra aún podría aumentar.
Los equipos de respuesta a emergencias y las agencias de ayuda han tenido dificultades para llegar a ciertas partes de la isla tras el paso de la tormenta debido a las carreteras bloqueadas, los escombros y las inundaciones.
El huracán de categoría cinco, el más fuerte, ha causado decenas de muertes en todo el Caribe, provocando fuertes vientos y deslizamientos de tierra en Cuba y Haití.
La magnitud total de la destrucción que Melissa causó en Jamaica solo se ha hecho evidente en los últimos días, ya que el huracán dejó sin sistemas de comunicación y sin electricidad a gran parte de la isla tras tocar tierra el martes.
Las comunidades de la parte occidental de la isla, como Black River y Montego Bay, han sufrido lo peor de la destrucción.
Han surgido imágenes que muestran edificios reducidos a escombros, restos y pertenencias esparcidos por las calles y barrios enteros aún bajo el agua.
La Cruz Roja afirma que el 72% de la población de Jamaica aún no tiene electricidad y que alrededor de 6.000 personas se encuentran en refugios de emergencia.
Funcionarios jamaicanos confirmaron a la agencia de noticias AFP que se estaban estableciendo varios hospitales de campaña para tratar a las personas en las zonas más afectadas del oeste.
La ayuda que llegaba a quienes la necesitaba se vio inicialmente obstaculizada por el cierre temporal de los aeropuertos de Jamaica.
Ahora que está llegando al país, los deslizamientos de tierra, los cables eléctricos caídos y los árboles derribados han hecho intransitables ciertas carreteras, lo que complica su distribución.
Ante la gran cantidad de personas que necesitan agua potable, alimentos y medicinas, se han reportado casos de personas desesperadas que entran a supermercados y farmacias para conseguir lo que pueden.
Melissa se ha convertido en la tormenta más poderosa jamás registrada en Jamaica, y una de las más fuertes vistas en el Caribe.
En su punto máximo, el huracán alcanzó vientos sostenidos de 295 km/h (185 mph). Un huracán de categoría 5 —capaz de causar daños catastróficos— tiene vientos superiores a 253 km/h (157 mph).
Al menos 31 personas han muerto en Haití como consecuencia de Melissa, mientras que se han reportado al menos dos muertes en la República Dominicana.
En Cuba, miles de personas han sido evacuadas y más de 60.000 viviendas han resultado dañadas o destruidas.
Aún no se conocen con claridad los efectos del cambio climático en la frecuencia de las tormentas, pero el aumento de la temperatura de la superficie del mar calienta el aire y proporciona más energía para la formación de huracanes, ciclones y tifones. En consecuencia, es probable que sean más intensos y que presenten precipitaciones más extremas.
Antes del inicio de la temporada de huracanes del Atlántico de este año, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos predijo una actividad superior a la normal.