Un grupo de 59 surcoreanos detenidos en Camboya por presunta participación en estafas en línea han sido repatriados esposados.
El grupo llegó al aeropuerto de Incheon el sábado por la mañana, varios días después de que Corea del Sur enviara un equipo a Camboya para discutir los secuestros de sus ciudadanos en centros de delincuencia organizada.
Se encuentran entre las 200.000 personas que, según estimaciones de la ONU, han sido atraídas a estafas en todo el sudeste asiático, algunas atraídas por el atractivo de empleos bien remunerados y otras obligadas a participar.
Los funcionarios realizaron el viaje a Camboya luego de informes de que un estudiante surcoreano involucrado en un plan de estafa supuestamente había muerto después de ser torturado, según la agencia de noticias Reuters.
Otros cinco surcoreanos también han sido deportados por otros delitos.
La mayoría del grupo fue arrestado durante una ofensiva de las autoridades camboyanas, mientras que cinco se entregaron y escaparon de la red, según informó BBC Corea.
Desde el aeropuerto serán trasladados a las comisarías correspondientes para ser investigados.
Los individuos fueron arrestados a bordo del vuelo fletado poco después de embarcar, dijo el funcionario, según Agence France-Presse.
Según la legislación de Corea del Sur, las aeronaves de una aerolínea nacional se consideran territorio coreano, lo que permite a las autoridades ejecutar órdenes de arresto.
El asesor de seguridad nacional de Corea del Sur, Wi Sung-lac, dijo que los miembros del grupo repatriado habían tenido participación «voluntaria e involuntaria» en las estafas.
«La mayoría de ellos deberían ser considerados responsables de actos delictivos», afirmó Wi.
Su regreso se produjo en paralelo a una diplomacia de alto nivel sobre el delito cibernético.
En una publicación en las redes sociales , el primer ministro camboyano, Hun Manet, dijo que se había reunido con un funcionario surcoreano para discutir «la lucha contra los delitos transnacionales, en particular las estafas en línea».
«Camboya y la República de Corea seguirán fortaleciendo nuestra colaboración para prevenir, reprimir y combatir las estafas en línea de manera más eficaz», escribió.
El regreso del grupo también sigue a una ofensiva del gobierno de Estados Unidos contra un imperio empresarial camboyano presuntamente perpetrado una estafa de criptomonedas a principios de esta semana, en la que se incautaron más de 14.000 millones de dólares (10.500 millones de libras) en bitcoins.
El fraude con criptomonedas es solo uno de los varios tipos de estafas que se llevan a cabo desde centros en la región, y algunas incluyen fraudes románticos o «estafas amorosas», que implican a estafadores que se hacen pasar por amantes en línea para robar dinero.
La ONU estima que los centros generan miles de millones de dólares en ingresos para los grupos criminales cada año.