Un acuerdo histórico para reducir las emisiones del transporte marítimo mundial fue abandonado después de que Arabia Saudita y Estados Unidos lograron poner fin a las conversaciones.
Más de 100 países se habían reunido en Londres para aprobar un acuerdo pactado inicialmente en abril, que habría convertido al transporte marítimo en la primera industria del mundo en adoptar objetivos obligatorios a nivel internacional para reducir las emisiones.
Pero el presidente estadounidense, Donald Trump, calificó el plan de «estafa verde» y representantes de su administración amenazaron a los países con aranceles si votaban a favor.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, declaró que el resultado era una «gran victoria» para Trump.
Pero, reflejando la presión que enfrentan los países, el Secretario General de la Organización Marítima Internacional, Arsenio Domínguez, emitió un «llamado» para que esto no se repita.
En una dramática conclusión el viernes, cuando los países deberían haber estado votando para aprobar el acuerdo, Arabia Saudita presentó una moción para aplazar las conversaciones por un año.
El presidente dijo que esto significaría que el acuerdo no sería aprobado, ya que habría que revisar plazos clave para el tratado.
La moción fue aprobada por sólo un puñado de votos.
El Honorable Ralph Regenvanu, Ministro de Cambio Climático de la República de Vanuatu, afirmó que la moción de Arabia Saudita era «inaceptable dada la urgencia que enfrentamos ante la aceleración del cambio climático».
«Llegamos a Londres con un apoyo reticente al Marco Net-Zero de la OMI. Si bien carece de la ambición que exige la ciencia del clima, sí supone un paso significativo», afirmó.
La industria naviera ha apoyado ampliamente el acuerdo porque ofrece estándares globales consistentes.
Al finalizar las conversaciones, Thomas Kazakos, secretario general del organismo industrial, la Cámara Naviera Internacional, dijo: «Estamos decepcionados de que los estados miembros no hayan podido acordar una forma de avanzar en esta reunión».
«La industria necesita claridad para poder realizar las inversiones», añadió.
El Reino Unido y la mayoría de los países de la UE votaron a favor de continuar las conversaciones, pero algunos países, incluida Grecia, se opusieron al bloque de la UE y votaron abstenerse.
Entre los países que votaron a favor de aplazar las conversaciones se encuentran Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos, quienes expresaron su preocupación de que el acuerdo provocaría aumentos de precios para los consumidores.
Algunos países clave, incluida China, que inicialmente habían votado a favor de apoyar el acuerdo en abril, acordaron retrasar los procedimientos.
Los estados insulares de Bahamas también modificaron su postura, y Antigua y Barbuda, que se había mostrado de acuerdo en abril, se abstuvo. Un delegado del grupo de estados insulares declaró a la BBC que estas naciones dependen especialmente del comercio con Estados Unidos y que la administración Trump las había presionado considerablemente para que cambiaran su postura.