Estás sentado en el coche en un cruce esperando a que el semáforo se ponga en verde en una noche oscura. Te distraen los niños en el asiento trasero cuando sientes un ligero golpe y te das cuenta de que tu vehículo ha sido atropellado por un ciclomotor.
Cuando sales del coche se ven pocos daños pero el conductor del ciclomotor insiste en sacar una foto de tu carnet de conducir o de los documentos del seguro para poder tramitar cualquier reclamación.
Lo que no sabes es que la colisión se ha orquestado como parte de una estafa de «accidente por dinero». Los datos que proporciones se utilizarán para contratar pólizas de seguro de automóvil a tu nombre y así poder presentar reclamaciones falsas.
La Oficina de Fraude en Seguros (IFB), un organismo industrial cuyo objetivo es combatir el fraude, dice que ha habido un aumento en el número de robos de identidad a raíz de la estafa de los ciclomotores.
Los conductores han sido objeto de ataques en Londres y en partes de los condados de origen, como Chelmsford en Essex, Hertford, Rickmansworth y St Albans en Hertfordshire.
Entre el verano de 2024 y marzo de este año, estafadores de ciclomotores contrataron más de 1100 pólizas de seguro de automóvil fraudulentas utilizando datos de víctimas de accidentes por dinero, según la IFB. Cree que muchos más casos de fraude no se denuncian.
Advierte que en los meses de invierno los estafadores podrían aprovechar las malas condiciones de conducción.
“A medida que las noches se acercan y las condiciones de las carreteras empeoran, los conductores pueden correr un mayor riesgo de ser blanco de accidentes imprudentes por estafas de dinero”, dice John Davies, gerente de inteligencia e investigaciones del IFB.
Cómo se ve la estafa
La estafa comienza con lo que parece ser una colisión aleatoria. Los conductores de ciclomotores suelen esconderse en una calle secundaria o en un estacionamiento y luego atropellan a las víctimas a baja velocidad. Aunque los daños pueden ser menores o incluso inexistentes, el estafador tira su ciclomotor al suelo y comienza a tomar fotos, acusando a la víctima de ser culpable. Es posible que tengan un cómplice cerca que actúe como testigo.
Luego comenzarán a presionarte para que les entregues datos innecesarios (una licencia de conducir o un certificado de seguro) y tomarán fotografías de los documentos mientras estás en la carretera, aprovechando cualquier confusión.