El delantero brasileño fue el máximo beneficiario de la floja defensa del Hibs, ya que marcó un golazo de rosca a los cinco minutos.
A partir de ahí, se desarrolló una contienda trepidante y fascinante en la que Rohl y su homólogo del Hibs, David Gray, realizaron ajustes y cambios en sus equipos a medida que la ventaja cambiaba de manos constantemente.
Sin embargo, el Hibs lamentó un fallo garrafal del delantero Thibault Klidje y el flojo penalti de Jamie McGrath después de que Connor Barron derribara a Junior Hoilett en los últimos cinco minutos.
La ocasión de Klidje tenía una calificación de goles esperados de casi 0,9, y si el delantero hubiera sacado la cabeza o alguna pierna, casi con seguridad habría empatado.
Luego, con el tiempo escapándosele de las manos, el generalmente fiable McGrath no logró imprimirle la suficiente potencia a su penalti, y Butland se convirtió en el héroe del Rangers.
Al final, la mayor organización, intensidad y concentración inculcadas por Rohl fueron suficientes para que los Rangers lograran la victoria y superaran a los Hibs, situándose en tercer lugar.
El delantero brasileño fue el máximo beneficiario de la floja defensa del Hibs, ya que marcó un golazo de rosca a los cinco minutos.
A partir de ahí, se desarrolló una contienda trepidante y fascinante en la que Rohl y su homólogo del Hibs, David Gray, realizaron ajustes y cambios en sus equipos a medida que la ventaja cambiaba de manos constantemente.
Sin embargo, el Hibs lamentó un fallo garrafal del delantero Thibault Klidje y el flojo penalti de Jamie McGrath después de que Connor Barron derribara a Junior Hoilett en los últimos cinco minutos.
La ocasión de Klidje tenía una calificación de goles esperados de casi 0,9, y si el delantero hubiera sacado la cabeza o alguna pierna, casi con seguridad habría empatado.
Luego, con el tiempo escapándosele de las manos, el generalmente fiable McGrath no logró imprimirle la suficiente potencia a su penalti, y Butland se convirtió en el héroe del Rangers.
Al final, la mayor organización, intensidad y concentración inculcadas por Rohl fueron suficientes para que los Rangers lograran la victoria y superaran a los Hibs, situándose en tercer lugar.
