Se avecina un choque de estilos cuando Frank y Maresca se enfrenten en una rivalidad cada vez mayor.

Pocos entrenadores estaban en la contienda cuando el Chelsea buscaba un reemplazo para Mauricio Pochettino en mayo de 2024. Fue un proceso extenso e incluyó conversaciones del club con Thomas Frank antes de que se decidieran por Enzo Maresca .

La impresión general era que el juego posicional de Maresca y su enfoque en la posesión lo convertían en el jugador más idóneo para la plantilla técnica del Chelsea. Frank, que había brillado en el Brentford, tuvo que esperar su siguiente oportunidad. Tras ser ignorado por el Manchester United después del despido de Erik ten Hag, esta llegó cuando el Tottenham contrató al danés tras la destitución de Ange Postecoglou el verano anterior.

Ahora Frank y Maresca se enfrentan en puestos importantes. Aún no existe una rivalidad oficial entre ellos, pero sí protagonizaron algunos duelos muy igualados la temporada pasada. El Brentford de Frank tuvo la mala suerte de perder 2-1 en Stamford Bridge el pasado diciembre y dispuso de las mejores ocasiones en el empate 0-0 contra el Chelsea en abril.

Fueron dos buenos partidos, que resultaron más interesantes debido a las diferencias tácticas entre los entrenadores. Frank es más pragmático, prefiere el juego directo, jugar al contraataque y esperar oportunidades para desplegar un repertorio de jugadas a balón parado de gran efectividad, mientras que Maresca tiende al dogmatismo. El italiano proviene de la escuela de Pep Guardiola; valora el dominio del balón.

El promedio de posesión del Chelsea, del 59,7% esta temporada, solo es superado por el Liverpool en la Premier League. Frank varía más su juego. Los Spurs no son un equipo defensivo por naturaleza —ocupan el séptimo lugar en posesión, por delante del Manchester United y el Newcastle—, pero es significativo que sus mejores actuaciones se hayan dado en partidos donde cedieron la iniciativa. Jugaron de forma excelente con una defensa de cinco en la Supercopa contra el Paris Saint-Germain , implementaron una presión tras pérdida sobresaliente en su victoria por 2-0 contra el Manchester City y destrozaron al Everton a balón parado el domingo pasado.

Esas experiencias sugieren que los Spurs deberían adoptar una postura defensiva cuando reciban al Chelsea . Al fin y al cabo, el Tottenham solo ha conseguido una victoria en sus últimos siete partidos de liga en casa. Las cifras son pésimas. El balance de los Spurs, con 13 puntos en sus últimos 18 partidos como local, es el peor de cualquier equipo de la máxima categoría durante ese periodo.

Este es un partido difícil de predecir. Los Spurs están a cinco puntos del primer puesto e invictos en la Champions League. El Chelsea es campeón del mundo y alcanzó los cuartos de final de la Carabao Cup esta semana. Sin embargo, las aficiones de ambos equipos siguen sin estar convencidas con Frank y Maresca. Los seguidores de los Spurs se quejan de la falta de creatividad cuando su equipo debe atacar; los del Chelsea lamentan la inmadurez e indisciplina de su joven plantilla y sus dificultades ante defensas cerradas.

La realidad es que ambos entrenadores están haciendo un buen trabajo. El Chelsea podría caer al puesto 12 si pierde contra el Tottenham, pero hay un contexto para sus resultados irregulares. Las lesiones de Cole Palmer y Levi Colwill han tenido un impacto negativo. No se puede pasar por alto una pretemporada atípica, causada por la participación del club en la final del Mundial de Clubes.

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