La liga presentó el Milán-Nápoli como un duelo entre dos «Maestros del Mediocampo» , Luka Modric y Kevin De Bruyne, talentos clave de una generación del fútbol mundial que eligió la Serie A este verano. Jugadores que han ganado un total de 58 trofeos en sus carreras, incluyendo la Champions League, La Liga y la Premier League.
¿Ya pasó su mejor momento? Sin duda. ¿Pero ya pasó? Para nada. Modric, a sus 40 años, había sido titular en los primeros cuatro partidos de liga del Milan, tocando el balón más veces (329) y creando más ocasiones de tiro (19, según fbref.com) que cualquier otro compañero. De Bruyne, a sus 34 años, era el único jugador del Nápoles con más de un gol en lo que va de temporada, tras haber marcado en las victorias sobre el Sassuolo y la Fiorentina.
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Incluso esas cifras eran reductivas. Si la camiseta de Modric se había convertido rápidamente en la más vendida en la tienda del club milanés, superando a la de Rafael Leão, también era porque decía cosas que la afición anhelaba escuchar. «El Milan no puede conformarse con la mediocridad», insistió Modric al firmar su contrato. «El club necesita fijarse los objetivos más ambiciosos posibles: ganar títulos y competir con los mejores equipos del mundo».
Cabe recordar que el Milan terminó octavo la temporada pasada. Desde entonces, cambió de entrenador, con el regreso de Massimiliano Allegri en sustitución de Sérgio Conceição, pero aun así, las expectativas no eran muy altas cuando su director ejecutivo, George Furlani, declaró en rueda de prensa en junio que «no era necesario una revolución» en la plantilla. Quizás Modric también contribuyó a su cambio de mentalidad.
Al cierre del mercado de fichajes de este verano, solo nueve de los 27 jugadores que formaban la plantilla del Milan al inicio de la temporada pasada habían sido retenidos. El nuevo director deportivo de los Rossoneri , Igli Tare, había reconstruido por completo la plantilla, despidiendo a titulares como Tijjani Reijnders, Theo Hernández y Malick Thiaw, e incorporando a jugadores como Modric, Adrien Rabiot, Pervis Estupiñán, Ardon Jashari, Samuele Ricci y Christopher Nkunku.
Sin embargo, ha sido la reinvención de caras conocidas, así como la incorporación de nuevas, lo que ha transformado a este equipo. Alexis Saelemaekers, tras un año cedido en la Roma, ha vuelto a ser titular como lateral derecho en el 3-5-2 de Allegri. Christian Pulisic ha sido adelantado a la segunda punta.
Tras toda la charla sobre Modric y De Bruyne, fueron Saelemaekers y Pulisic quienes marcaron el rumbo del partido del domingo por la noche, combinándose para un gol en el minuto tres. Tras recibir un pase de Estupiñán dentro del propio campo del Milan, Pulisic se escapó del defensa Luca Marianucci los siguientes 50 metros antes de encestar el balón para que Saelemaekers rematara por la banda opuesta.