Los fanáticos del fútbol fueron testigos de la historia cuando el legendario delantero argentino Lionel Messi hizo de su aparición en casa una noche para recordar.
Los campeones del mundo se enfrentaron a Venezuela en un partido clasificatorio para el Mundial y Argentina obtuvo una victoria por 3-0 frente a una multitud entusiasta de más de 80.000 seguidores.
Messi, quien ha portado la camiseta argentina con un orgullo inigualable durante casi dos décadas, marcó dos goles en lo que podría ser su último partido en casa. El ambiente en el estadio de Buenos Aires era electrizante, con la afición coreando su nombre, ondeando banderas y dándole una ovación de pie.
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Para muchos, este no fue un simple partido de clasificación para el Mundial, sino un momento simbólico que marcó el último partido de Lionel Messi ante su afición. El siete veces ganador del Balón de Oro no pudo contener las lágrimas tras el pitido final, demostrando lo emotiva que fue la noche para él.
Tras el partido, Messi admitió que aún no ha decidido si jugará en el próximo Mundial. “Cuando llegue el momento, decidiré”, dijo. “Dada mi edad, es muy probable que no pueda jugar”.
Sus palabras provocaron emociones encontradas entre los fanáticos: gratitud por todo lo que le ha dado al deporte y tristeza porque el mayor ícono del fútbol puede estar acercándose al final de su carrera internacional.