McTominay y De Bruyne se acoplan para un Napoli renovado, pero el Milan decepcionó a Modric

La nueva temporada de la Serie A llevaba 17 minutos de juego y ya empezaba a parecerse a la anterior: Matteo Politano centró y Scott McTominay marcó, igual que en la victoria que selló el título del Nápoles contra el Cagliari hace tres meses. Incluso sus posiciones eran prácticamente idénticas: el italiano recortaba por la derecha mientras el escocés atacaba el área chica.

El remate de McTominay fue menos dramático esta vez, un cabezazo en lugar de una tijera , pero lo despachó con la misma convicción. Fue nombrado Jugador Más Valioso de la Serie A en la temporada 2024-25, anotando el primer gol de la liga en la temporada 2025-26. «Ganar el Scudetto no cambia nada», declaró en una entrevista a principios de mes. «Necesitamos recuperar y mantener esa mentalidad del año pasado».

Hablemos de vivir con valores. McTominay lideró con un ejemplo feroz, cubriendo terreno y amenazando a la defensa del Sassuolo. Tras marcar, fue él quien desvió el intento de respuesta de los Neroverdi , quien realizó el siguiente disparo y, de nuevo, quien estrelló el larguero con un disparo desde fuera del área. McTominay luego intentó devolverle el favor a Politano con un centro raso, pero el disparo de su compañero se desvió al poste.

Se suponía que este sería un día para maravillarse con el debut de Kevin De Bruyne en la Serie A. El fichaje del internacional belga, dos veces mejor jugador de la Premier League, por parte del Nápoles fue el fichaje más importante del verano. Incluso en pretemporada, su presencia atrajo multitudes a localidades tranquilas para amistosos sin mucha competencia. De Bruyne confesó que todo le pareció «un poco raro».

Quizás McTominay le haya ayudado a adaptarse. El periódico napolitano Il Mattino los calificó de «inseparables». Sin duda, parecen haberse entendido en la cancha, rotando posiciones sin problemas los sábados en una formación del Napoli más fluida que las que vimos durante la mayor parte de la temporada pasada.

En teoría, se trataba de un 4-1-4-1, con McTominay flanqueando a De Bruyne por la izquierda, Politano por fuera de Frank Anguissa por la derecha y Stanislav Lobotka protegiendo la defensa. En la práctica, McTominay, De Bruyne y el delantero centro Lorenzo Lucca intercambiaban posiciones con frecuencia. Este último, a veces, se rezagaba tanto que acababa en posiciones donde cabría esperar encontrar un lateral.

¿Fue este el diseño, o Lucca se esforzó demasiado para demostrar lo que podía hacer ante la ausencia del lesionado Romelu Lukaku? Quién sabe. Lo que sí podemos decir es que De Bruyne jugó bien y marcó el segundo gol del Nápoles, aunque un poco por accidente.