‘Más datos que nunca, pero ¿ayudan a los entrenadores?’

Gran parte del fútbol moderno se basa en ellos, y no solo en la contratación de jugadores, sino también en su cuidado, en los departamentos médicos y de ciencias del deporte

Ha dado lugar a algunas innovaciones asombrosas desde que comencé mi etapa en el banquillo del Bournemouth en 1992, el mismo año en que comenzó la era de la Premier League, pero yo diría que hay muchas maneras en que ha hecho el trabajo de un entrenador más difícil, no más fácil, en comparación con lo que ahora se considera de la vieja escuela.

Cuando miro hacia atrás a aquellos primeros días, solo había tres personas dirigiendo el club: el presidente, el secretario y el entrenador.

Ahora ha cambiado por completo.

Junto al primer equipo y las reservas, tienes una academia para niños y niñas, un departamento médico, un equipo de preparación física y, por supuesto, también el departamento de reclutamiento. Cada uno puede constar de un ejército de trabajadores, que son impulsados ​​y dirigidos por los jefes de departamento.

Todas son entidades separadas que se esfuerzan por cumplir sus propios objetivos y, a menudo, también construyen identidades diferentes, con los datos dictando la dirección.

Y, mientras que antes tenían el control total, los entrenadores o directores técnicos de hoy en día a menudo están subordinados a las personas que dirigen estos departamentos y a sus decisiones

Lo que me resulta interesante es ver cuántas de esas otras personas abandonan el club cuando despiden al entrenador, cuando han tenido una influencia tan grande en su cultura.

No estoy diciendo que ninguno de estos departamentos deba dejar de existir, porque cada uno es de vital importancia, pero sigo pensando que la persona que está en la línea de banda durante 90 minutos debería ser quien tenga la última palabra sobre las cosas más importantes que afectan al primer equipo de cualquier club.

‘Mi base de datos estaba en mi cabeza’
Cada jefe de departamento ahora recibe instrucciones y orientación del director de fútbol, ​​quien suele trabajar especialmente de cerca con el departamento de reclutamiento, un área que casi con seguridad se basa en datos.

Voy a sonar como un dinosaurio otra vez, pero fiché a cientos de jugadores durante más de tres décadas como entrenador, y ninguno de esos fichajes se basó en datos, a menos que cuentes la base de datos que existía en mi propia cabeza

Esa base de datos se basaba en la información que recopilaba cada semana, viendo partidos en directo de liga, reservas y equipos no profesionales, y contactando con diferentes ojeadores y entrenadores de todos los niveles. En aquellos días, se esperaba que estuviera en el entrenamiento a las 8 de la mañana y volviera a casa pasada la medianoche, y la mayoría de los entrenadores hacían lo mismo.

Teníamos una red de ojeadores en diferentes partes del país, pero aun así viajábamos mucho para hablar con la gente sobre los jugadores que habían visto, jóvenes y veteranos.

Si me recomendaban a un jugador, siempre intentaba comprobarlo viéndolo al menos tres veces, dos de ellas fuera de casa, porque siempre creí que si tenía buen carácter, ese aspecto destacaría más en los partidos fuera de casa.

Deja un comentario