Los futbolistas veteranos evocan una gran cantidad de emociones en los aficionados. El término puede tener connotaciones negativas, como la de un jugador que quizás nunca llegó a la cima, o que no logra asentarse en ningún club por mucho tiempo, obligado a cambiar constantemente de equipo.
Y, sin embargo, los aficionados también veneran y respetan al veterano. Tienen el talento suficiente para ganarse la vida con este deporte, algo que solo unos pocos pueden presumir, pero también deben esforzarse al máximo (o, a veces, incluso miles de kilómetros) para seguir viviendo el sueño.
En una época en la que las superestrellas y sus salarios astronómicos son un duro recordatorio de la diferencia entre la afición y sus ídolos, este veterano jugador ofrece un refrescante recordatorio de que, para algunos futbolistas profesionales, su único objetivo es poder jugar al deporte que aman mientras su cuerpo se lo permita. Solo necesitan un equipo.
El rey de las transferencias
Jefferson Louis es uno de esos nombres que los fanáticos del fútbol inglés de las ligas inferiores de cierta edad reconocerán, probablemente porque hay una buena posibilidad de que haya jugado para o contra su equipo a lo largo de sus 28 años de carrera.
El delantero cambió de club 51 veces antes de colgar definitivamente las botas a los 46 años al final de la temporada pasada para centrarse en su papel de entrenador asistente en Slough Town en la Liga Nacional Sur, la sexta división del fútbol inglés.
“Quizás una parte de mí aún quiera jugar, pero ¿qué ganaría?”, dijo Louis a ESPN. “He experimentado todas las alturas posibles en el fútbol. En esta etapa, jugar solo alimentaría mi ego. Ahora disfruto ayudando a los jugadores más jóvenes a desarrollarse”.
Sin embargo, cuando se conoció la noticia del retiro de Louis, éste se vio abrumado no sólo por los mensajes de apoyo de clubes anteriores sino también de directivos que intentaban persuadirlo para que diera un último hurra.
“Recibía llamadas que me decían: ‘Ven con nosotros unos meses, aún puedes trabajar'”, añade. “Pero esta vez supe que era el momento adecuado”.
El CV de Louis es un voluminoso tomo que incluye etapas en equipos como Lincoln City, Rushden & Diamonds y Wrexham, donde marcó 15 goles de liga en 2008-09 (más de una década antes de que los futuros copropietarios Ryan Reynolds y Rob Mac completaran su adquisición del club galés).
Pero quizás la cúspide de la carrera de Louis llegó en el Oxford United, donde en 2002 marcó el gol de la victoria contra su rival local, el Swindon Town, en la segunda ronda de la FA Cup y dio la asistencia para un partido contra el Arsenal . Como aficionado de toda la vida de los Gunners, el partido tuvo un significado especial para él.
“Me llevaré ese partido a la tumba”, dice. “Arsène Wenger [el exentrenador del Arsenal] me recibió antes del partido en el pasillo y charlamos un rato. Lo recordaré toda la vida. Incluso me fui a casa con la camiseta de Robert Pires [el exextremo de Francia y del Arsenal]”.