Por supuesto, Josh Allen no respiró hondo en los últimos segundos del clásico Chiefs-Bills. «Nunca se sabe con Pat [Mahomes]», declaró Allen a la prensa tras la ajustada victoria de Buffalo por 28-21 el domingo. El pateador de los Bills, Matt Prater, había fallado previamente un gol de campo de 52 yardas a falta de 27 segundos que habría sellado la victoria para Buffalo. Incluso el fallo fue dramático, ya que Prater envió su patada al poste derecho. Allen no fue el único que pensó que Mahomes podría liderar a los Chiefs en una ofensiva de 58 yardas con 22 segundos restantes y sin tiempos muertos. Un aficionado de los Chiefs en Buffalo recordó a la afición local la debacle de Buffalo en la ronda divisional de 2021, en la que Mahomes conectó con Tyreek Hill y luego con Travis Kelce a falta de 13 segundos para preparar un gol de campo que empató el partido y, finalmente, les dio la victoria en la prórroga.
¿Son capaces estos dos equipos de ofrecer un partido aburrido cuando se enfrentan? El domingo parecía que así sería, dada la contundente actuación de la defensa de Buffalo, antes de que los Chiefs amenazaran con una remontada en el último cuarto. Los Bills habían respondido a las dudas sobre su defensa mermada frenando a Mahomes durante la mayor parte del partido. Esta captura simultánea de Greg Rousseau y Michael Hoecht demostró la tenacidad de la línea defensiva de Buffalo. La necesitaban: Mahomes convirtió un cuarto down y 17 al comienzo del último cuarto, un recordatorio de que, sin importar la situación, siempre es capaz de atormentar a los Bills.
Allen tuvo una actuación espectacular, completando 23 de 26 pases para 273 yardas y tres touchdowns (dos por tierra). Con estos dos touchdowns por tierra, Allen se convirtió en el primer quarterback de la historia de la NFL con al menos seis touchdowns terrestres en cada una de sus primeras ocho temporadas. James Cook también castigó a la defensa de los Chiefs con 114 yardas en 27 acarreos, convirtiéndose en el primer corredor de 100 yardas permitido por Kansas City en 27 partidos.
Buffalo tiene ahora un récord de 5-1 contra Kansas City cuando Allen y Mahomes se enfrentan en la temporada regular. Los Chiefs llegan a su semana de descanso con numerosos problemas. No tienen presión sobre el quarterback rival más allá de Chris Jones. Necesitan el regreso de Josh Simmons para reforzar la línea ofensiva. Y necesitan mayor consistencia y cohesión en ataque. La alineación actual no parece la de un grupo que haya jugado junto durante mucho tiempo.
Aun así, los Bills, como todos, reconocen la realidad. Desde 2020, Kansas City tiene un récord perfecto de 4-0 en playoffs contra Buffalo. Si se vuelven a enfrentar en los playoffs esta temporada, sabemos que será un partido reñido, y esa es, en definitiva, la belleza de esta rivalidad. Desde la victoria divisional de 2021 en tiempo extra, los Chiefs ganaron tanto el partido divisional de 2023 como el Campeonato de la NFC de 2024 contra Buffalo por apenas seis puntos en total. La derrota divisional de 2023 fue particularmente dolorosa dado que se jugó en Buffalo, Tyler Bass falló un gol de campo de 44 yardas que hubiera empatado el partido, y los Chiefs terminaron ganando el Super Bowl.
En cuanto a rivalidades, la de los Bills contra los Chiefs es amistosa. Se basa principalmente en el respeto mutuo y en partidos de calidad. Una revancha en estos playoffs está lejos de ser segura. Ni los Bills (6-2) ni los Chiefs (5-4) lideran sus respectivas divisiones al entrar en la segunda mitad de la temporada. Incluso si ambos llegan a los playoffs, quién sabe cómo se configurará el calendario. Pero si se dan las circunstancias, que continúe la racha de clásicos.