Los Jets adoptan la estrategia de perder partidos a propósito
Es raro ver a una franquicia aceptar lo que todos los demás ya saben: que lo que han construido no funciona. Los Jets no solo ajustaron su plantilla en la fecha límite; la detonaron. En unas pocas horas vertiginosas, traspasaron al esquinero Sauce Gardner a los Colts y al liniero defensivo Quinnen Williams a los Cowboys.
Traspasar a dos All-Pros en la fecha límite no tiene precedentes. Ningún equipo ha adoptado tan claramente el tanking en la fecha límite. Los Jets, por una vez, se miraron al espejo y fueron honestos. Decidieron que no eran lo suficientemente buenos y traspasaron a tantas estrellas como pudieron por una gran cantidad de futuras selecciones del draft. Ahora están repletos de selecciones en 2026 y 2027, esta última con una clase de draft mucho más fuerte
No se puede refutar la lógica. Incluso con Gardner cubriendo la mitad del campo y Williams presionando a los quarterbacks, los Jets tuvieron una marca de 1-7 esta temporada. La defensa no era el principal problema, pero se ha desplomado bajo el liderazgo de Aaron Glenn. Así que la desmantelaron. Gardner y Williams obtienen tres futuras selecciones de primera ronda y una de segunda ronda en las próximas dos temporadas, lo que le da a los Jets cinco selecciones de primera ronda en 2026 y 2027 combinadas. Es un arsenal que podría recalibrar toda la organización en torno a la ofensiva. Ya tienen una línea ofensiva joven y talentosa, y mantuvieron a Garrett Wilson, un receptor abierto de élite. Con ese tipo de munición de draft en varias clases de draft, pueden identificar a quien crean que es el próximo prospecto de quarterback de élite y construir un grupo estable a su alrededor.
Es fácil burlarse de los equipos que renuncian a talento All-Pro por selecciones del draft, especialmente un jugador de 25 años como Gardner. ¡ Las selecciones del draft son geniales! Quién sabe, ¡incluso podrías seleccionar a un jugador tan talentoso como Sauce Gardner!
Pero para los Jets es diferente. No se rigen por el calendario de playoffs o campeonatos. Intentaron una solución rápida con Aaron Rodgers como quarterback, y no funcionó . Ahora, por fin, adoptan una perspectiva a largo plazo. Si eso los deja a dos años de la lucha por los playoffs, entonces adquirir tres selecciones de primera ronda por un cornerback inestable y un liniero defensivo que tendrá 29 años en 2027 es una decisión acertada. La pregunta, claro está, es si la sensatez y la esencia de los Jets pueden coexistir cuando Woody Johnson, quien sin duda merece ser considerado el peor propietario del deporte estadounidense, sigue al mando. Estas decisiones deberían al menos confirmar que Johnson mantendrá su apoyo al entrenador Glenn, quien ahora podrá moldear la plantilla a su imagen y semejanza.
Los equipos no suelen desperdiciar temporadas, y los Jets no han llegado a los playoffs desde la temporada 2010, la sequía más larga en la NFL. El historial de tanking en la NFL es malo. Esto no es la NBA, donde un jugador puede transformar la trayectoria de una franquicia, y la primera selección general es el activo más valioso del deporte. Hay demasiadas piezas móviles en el fútbol americano para que un jugador marque la diferencia como en la NBA. Los Browns, los Dolphins y los Texans han intentado alguna variación de tanking multianual, y los tres han fracasado en diferentes grados (Houston ha sido el más exitoso). Aun así, los Jets merecen crédito por extraer el máximo valor de dos jugadores mientras reinician su propio cronograma. Puede que les falte un par de creadores de juego para los últimos ocho partidos de esta temporada, pero están preparados para construir una base sólida durante las próximas dos temporadas. En todo caso, deberían haber presionado más y haber intercambiado a Jermaine Johnson y Breece Hall antes de que se cerrara la fecha límite. Lo siento, Breece .