Elliot Anderson: El centrocampista inglés defiende con firmeza su inclusión en la selección mundialista tras la victoria de Andorra – Reporter Notebook

Elliot Anderson brilló en su debut con la selección absoluta de Inglaterra contra Andorra; el centrocampista del Nottingham Forest cumplió un papel crucial en el equipo de Thomas Tuchel y podría abrirse camino en la convocatoria de la Copa del Mundo del próximo año; Inglaterra visita a Serbia el martes en otro clasificatorio para la Copa del Mundo del Grupo K

Thomas Tuchel afirma que Elliot Anderson está “claramente en la contienda por Serbia”. Quizás se quede corto. Tras su debut con la selección absoluta, parece que ya está en la contienda para la selección inglesa del Mundial del próximo verano.

Hay numerosas reservas, hipótesis y posibilidades, entre ellas el hecho de que su estelar debut con los Tres Leones fue contra un equipo clasificado en el puesto 174 del fútbol mundial. No fue precisamente la prueba más difícil.

Pero Tuchel ha estado buscando, y lamentando la falta de, un centrocampista con instinto y profundidad para jugar en el centro del campo. Parece que lo ha encontrado.

Alguien con un gran sentido de la posición: ¡listo! Alguien que sea un jugador consumado: ¡listo! Alguien que perciba el peligro instintivamente y pueda romper el juego del oponente: ¡listo! Alguien con las piernas para moverse por el campo e influir en el juego tanto hacia adelante como hacia atrás: ¡listo! Alguien con excelentes habilidades de comunicación: ¡listo! Alguien con el aplomo y la madurez para jugar cómodamente junto a los mejores de Inglaterra: ¡listo!

Además de la sensación general de que Anderson había nacido en la mansión en Villa Park contra Andorra, hubo algunos ejemplos específicos de excelencia que Tuchel no podría haber pasado por alto.

Veamos la destreza posicional: en la primera mitad, cuando Marc Guehi avanzó, pero Inglaterra perdió rápidamente el balón, un despeje de Andorra podría haber puesto a Inglaterra en problemas.

Pero no, ese hueco defensivo ya lo había llenado Anderson, quien instintivamente se replegó al ver avanzar a Guehi. Nadie le había dicho que lo hiciera. Despejó el balón de cabeza. El peligro se evitó incluso antes de que se convirtiera en una amenaza real.