El nuevo regulador del fútbol ha revelado planes para hacer más sólida la Prueba de propietarios y directores (ODSE); la prueba existe para proteger a los clubes y aficionados de propietarios y directores inadecuados; el nuevo régimen podría prohibir a las personas realizar determinadas acciones e incluso exigir que un propietario venda
La oficina del entrante Regulador Independiente del Fútbol (IFR) ha establecido sus planes sobre cómo pretende fortalecer la actual prueba de Propietarios y Directores en su intento de “dejar afuera a los propietarios deshonestos y promover una inversión sólida en el fútbol”.
El objetivo de la Prueba de Propietarios, Directores y Altos Ejecutivos (ODSE) es proteger a los clubes y sus fanáticos de propietarios, directores y altos ejecutivos no aptos, al mismo tiempo que eleva los estándares basándose en pruebas actuales que han sido utilizadas por la Premier League y la EFL.
También está previsto tomar medidas cuando los propietarios o directores de los 116 clubes regulados de las cinco principales ligas de Inglaterra (desde la Premier League hasta la Liga Nacional) no cumplen los requisitos.
La nueva Prueba ODSE pretende ser más robusta que los regímenes actuales, con mayor diligencia debida y controles a los propietarios. Esto incluye el acceso a bancos nacionales e internacionales donde se puedan depositar los fondos, verificaciones con las fuerzas del orden y con otros organismos reguladores.
Sin embargo, es fundamental aclarar que los propietarios, directores o altos ejecutivos actuales no tienen obligación de realizar la Prueba ODSE, ni de solicitarla. Solo los nuevos custodios potenciales deberán solicitarla.
Sin embargo, el nuevo regulador del fútbol tiene la intención de dejar en claro que si tiene alguna inquietud sobre la idoneidad de un propietario, director o alto ejecutivo actual, podrá intervenir y tomar medidas.