El coloso del Crystal Palace no da señales de bajar el ritmo. Los goles de Daniel Muñoz y del suplente Eddie Nketiah aseguraron que el equipo de Oliver Glasner debutara en la fase principal de una competición europea con una cómoda victoria sobre el Dinamo de Kiev, a pesar de la expulsión tardía de Borna Sosa.
Fue la recompensa perfecta para los 3.500 seguidores que hicieron la peregrinación desde el sur de Londres hasta el sur de Polonia, ya que el Palace logró 19 partidos invicto en todas las competiciones para establecer un nuevo récord del club que se remonta a más de 50 años.
Contra oponentes que han disfrutado de muchas noches europeas famosas en su legendaria historia, pero que ya no son la misma fuerza de antes debido a la guerra en curso con Rusia, solo podía haber un ganador, ya que el equipo de Glasner demostró que está bien equipado para llegar hasta la final en Leipzig a pesar de su inexperiencia en este nivel.
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“Estoy orgulloso de que hayamos podido empezar la Conference League con una victoria a domicilio contra un rival muy bueno”, dijo Glasner. “No pienso en esta racha, porque ya pasó, así que para mí es importante lo que viene después. Y ahora viene el Everton y un nuevo estadio. Tengo muchas ganas de jugar este partido; gran ambiente, gran estadio”.
Puede que le haya restado importancia, pero hay que remontarse a 1969 para encontrar la última vez que el Palace logró mantenerse invicto durante 18 partidos con su exentrenador Bert Head, cuando ascendieron a la antigua Primera División por primera vez en su historia. Hoy en día, los londinenses del sur son una potencia consolidada en la Premier League y llegaron a este partido rebosantes de confianza tras su magnífica actuación en la victoria sobre el Liverpool el sábado, gracias al gol de la victoria de Nketiah en el último minuto.
El homólogo de Glasner, Oleksandr Shovkovskyi, dio descanso a la mitad de su equipo titular para el partido de liga del fin de semana, y el veterano exdelantero del West Ham, Andriy Yarmolenko, fue uno de los convocados. Los jugadores del Kiev salieron del túnel antes del inicio del partido con banderas ucranianas, ante un número similar de aficionados locales presentes en un estadio situado a 640 kilómetros de su casa.
En una competición que han comenzado como favoritos en las casas de apuestas, el Palace probablemente se enfrentará a un reto diferente: tener que romper el bloqueo de los rivales en lugar de atacarlos al contraataque. Salvo un centro peligroso de Yeremy Pino que Jean-Philippe Mateta no pudo tocar en el minuto 11 mientras celebraba su primera convocatoria con la selección absoluta de Francia, tuvieron dificultades para generar algo significativo contra la férrea defensa de Kiev.
Maxence Lacroix necesitó atención médica tras un choque de cabezas con Taras Mykhavko a mediados de la primera parte. El defensa de Kiev tuvo que ser retirado tras intentar volver al campo. Abandonó el campo con aspecto visiblemente aturdido.
Los campeones ucranianos ni siquiera lograron reemplazarlo antes de encontrarse perdiendo. Pino encontró espacio por la banda izquierda y centró al segundo palo, con Muñoz elevándose para, de alguna manera, rematar de cabeza al segundo palo. La afición del Palace, tras la portería, no pudo contener su alegría y respondió a la petición posterior del locutor del estadio de mostrar solo «emociones positivas» con un coro de cánticos anti-UEFA.