El Chelsea se enfrenta a 74 cargos por presuntas infracciones de las normas de agente.

La Asociación de Fútbol acusó el jueves al Chelsea de 74 presuntas infracciones de las reglas relacionadas con los pagos a agentes entre 2009 y 2022.

La FA afirmó que los cargos se refieren principalmente al período comprendido entre las temporadas 2010/11 y 2015/16. El club de la Premier League tiene hasta el 19 de septiembre para responder.

El oligarca ruso Roman Abramovich transformó la suerte del Chelsea después de comprar el club del oeste de Londres en 2003.

Vendió los Blues en mayo de 2022 a un consorcio liderado por el inversor estadounidense Todd Boehly y la firma de capital privado Clearlake Capital.

El Chelsea emitió un comunicado diciendo que el club estaba “complacido de confirmar que su compromiso con la FA sobre asuntos que fueron autoinformados por el club ahora está llegando a una conclusión”.

“El grupo propietario del club completó la compra del club el 30 de mayo de 2022”, según el comunicado.

Durante un exhaustivo proceso de diligencia debida previo a la finalización de la compra, el grupo propietario se percató de la posibilidad de información financiera incompleta sobre transacciones históricas y otras posibles infracciones de las normas de FA.

Inmediatamente después de concretarse la compra, el club informó de estos asuntos a todos los organismos reguladores pertinentes, incluida la FA.

El Chelsea afirmó que había “demostrado una transparencia sin precedentes” y que seguiría trabajando con la FA.

En julio de 2023, el Chelsea acordó una resolución con el organismo rector del fútbol europeo para entregar 10 millones de euros (11,7 millones de dólares, 8,6 millones de libras) después de reconocer “informes financieros incompletos” bajo el régimen de Abramovich.

La UEFA afirmó que el nuevo grupo propietario del Chelsea le había contactado “proactivamente” con la información.

Abramovich fue sancionado por el gobierno británico en marzo de 2022 tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Los ministros lo describieron como parte del círculo íntimo del presidente ruso Vladimir Putin, pero ha negado tener vínculos financieros con el Kremlin.

En junio de este año, el gobierno británico amenazó al ex propietario del Chelsea con acciones legales por los 2.500 millones de libras congelados generados por la venta del club.

Los ministros quieren que los fondos se destinen a fines humanitarios en Ucrania, pero el oligarca insiste en que se utilicen para todas las víctimas del conflicto, incluida Rusia.

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