En la serie romántica de espías Tempest, Jun Ji-hyun, una de las mayores estrellas de Corea del Sur, interpreta a un diplomático que intenta descubrir la verdad detrás de un asesinato mortal.
“¿Por qué China prefiere la guerra? Una bomba nuclear podría caer cerca de la frontera”, dice su personaje en un episodio de la nueva serie de Disney+.
Esta escena ficticia tuvo consecuencias reales durante el fin de semana, y muchos usuarios chinos de redes sociales la interpretaron como una caracterización errónea y maliciosa de China como un país beligerante. Muchos ahora exigen que las marcas rompan sus vínculos con la actriz coreana.
El escándalo también ha reavivado el debate sobre una prohibición no oficial china sobre el entretenimiento surcoreano, que ha estado vigente durante casi una década.
Si bien China nunca ha admitido una prohibición, se cree ampliamente que la abrupta escasez de contenido coreano desde 2016 es una protesta contra la decisión de Corea del Sur de desplegar un sistema antimisiles estadounidense en 2016, que China ve como una amenaza a sus operaciones militares en la región.
La situación parecía estar mejorando en los últimos meses, con algunos artistas surcoreanos ofreciendo conciertos en China. Pero la controversia sobre Tempest ha desatado una nueva ola de apoyo a la prohibición.
“Mantengan la prohibición de los K-dramas hasta el final, gracias”, se lee en un comentario de Weibo que recibió 10.000 me gusta.
Si bien gran parte de la ira se ha concentrado en torno a las palabras de Jun sobre China, los usuarios de las redes sociales también han desenterrado otros ejemplos de la serie que consideran ofensivos.
Por ejemplo, las escenas que pretenden retratar la ciudad china de Dalian presentan un conjunto de edificios ruinosos, que se cree fueron filmados en Hong Kong, lo que algunas personas dicen que presenta a China bajo una mala luz.
En otra escena, un grupo de personas está sentado en una mesa colocada sobre una alfombra roja con estrellas amarillas, que según los usuarios de las redes sociales se asemeja a la bandera china.
Cuando Jun recitó un antiguo poema chino en otra ocasión, los espectadores criticaron lo que consideraron su acento extraño.