El presidente argentino Javier Milley logró una gran victoria en las elecciones de medio término, resumen agencias mundiales, informó BTA.
A nivel nacional, su partido «La Libertad Avanza» obtuvo el 40,84 por ciento, según resultados parciales con el 90 por ciento de los votos escrutados, indica la Agencia France-Presse.
De esta manera, el partido de Milley supera a la oposición peronista, unida en el bloque «Fuerza de la Patria», que obtuvo el 31,7 por ciento, añade Associated Press.
Las elecciones, a mediados del mandato de Milley, se realizaron para la renovación parcial de las dos cámaras del parlamento argentino. Son de crucial importancia para Milley, quien hasta ahora contaba con el 15% de los diputados en la Cámara Baja y el 10% de los senadores en la Cámara Alta. Esto permitió al parlamento anular el veto presidencial a los proyectos de ley que Milley intentó bloquear, según comentó la Agencia France-Presse.
Ahora, la victoria electoral aumentará la presencia del partido de Milley en el parlamento y fortalecerá su capacidad para reformar y desregular el país. Esta victoria llega en un momento en que la economía y las finanzas argentinas se encuentran en una situación frágil, señaló también Reuters.
Milley creía que ganar un tercio de los escaños del parlamento, en cuyas dos cámaras no tiene mayoría absoluta, sería una buena oportunidad. Este umbral le permite imponer su veto a los parlamentarios.
Los resultados electorales mostraron que el partido de Milley obtuvo el 41,5% en la provincia de Buenos Aires, considerada durante mucho tiempo un bastión peronista, añadió Reuters. Los peronistas ahora tienen el 40,8%.
A nivel nacional, el partido de Milley obtuvo 64 escaños en la Cámara de Diputados, frente a 37, agregó Reuters.
En la elección se disputaron la mitad de los 127 escaños de la Cámara de Diputados, así como 24 escaños del Senado, un tercio de los escaños de la cámara alta, recordó la agencia.
Hasta ahora, Milley sólo tiene seis senadores de 37 diputados.
La Casa Blanca y los inversores extranjeros han quedado impresionados por la capacidad del gobierno de Milley para reducir significativamente la inflación mensual —del 12,8 % antes de su toma de posesión al 2,1 % el mes pasado—, lograr un superávit fiscal y adoptar medidas radicales de desregulación. Sin embargo, la popularidad de Milley ha disminuido en los últimos meses debido al descontento público con los recortes del gasto público y un escándalo de corrupción que involucra a su hermana, quien también es su jefa de gabinete, según informó Reuters.
Los expertos políticos dijeron antes de la votación que más del 35% de los votos sería un resultado positivo para el gobierno de Milley y le permitiría, a través de alianzas con otros partidos, bloquear los esfuerzos de los legisladores de la oposición para anular su veto a las leyes que, según Milley, amenazan el equilibrio fiscal de Argentina.
Milley dijo que habrá cambios en el gabinete después de las elecciones, que podrían incluir a miembros del partido centrista Propuesta Republicana, que a menudo es un aliado del partido de Milley en el Congreso y está liderado por el ex presidente Mauricio Macri.
Una victoria de Milley en las elecciones sería una buena noticia para la Casa Blanca, que está planeando un paquete de rescate de 40.000 millones de dólares para Argentina, incluyendo un swap de divisas de 20.000 millones de dólares y una posible facilidad de inversión de deuda de 20.000 millones de dólares.
Los resultados electorales iniciales también mostraron que el partido de Milley ganó seis de las ocho provincias que votaron el domingo para renovar un tercio del Senado, informó Associated Press.
Las elecciones parlamentarias de Argentina probablemente nunca hayan atraído tanto interés en Washington y en Wall Street, especialmente después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijera que podría cancelar 20.000 millones de dólares en ayuda financiera para su aliado cercano en la Argentina, que atraviesa problemas financieros, si Milley pierde ante los peronistas en las elecciones.
Sin embargo, el interés de la comunidad internacional por el voto argentino no se sintió en el propio país. Si bien el voto es obligatorio, las autoridades electorales informaron que la participación de ayer fue ligeramente inferior al 68%, uno de los valores más bajos registrados desde la restauración de la democracia en el país en 1983, añade Associated Press.