Los aliados de Estados Unidos esperan respuestas antes de comprometerse con la fuerza de paz de Trump en Gaza.

Más de un mes después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara un alto el fuego en Gaza, un componente clave de su plan aún no se ha materializado. El plan de 20 puntos contempla el despliegue de una fuerza multinacional para estabilizar el enclave, pero los posibles participantes afirman que aún no se han concretado detalles cruciales sobre su mandato.

Trump anunció su plan para poner fin a la guerra en Gaza el 29 de septiembre, afirmando que se esperaba que la Fuerza Internacional de Estabilización (FIE) se desplegara “inmediatamente” para entrenar a la policía palestina, asegurar las fronteras con Israel y Egipto, bloquear la entrada de municiones y permitir una mayor retirada de las tropas israelíes de Gaza.

La primera fase del alto el fuego consistió en la liberación de rehenes en Gaza y de prisioneros y detenidos palestinos en Israel. La segunda fase del plan de Trump requiere la formación de las Fuerzas de Seguridad Iraquíes (FSI). Si bien funcionarios estadounidenses han mencionado a varios posibles países contribuyentes, y algunas naciones han manifestado interés, ninguna ha anunciado formalmente su participación.

Los posibles participantes buscan claridad y garantías antes de desplegar tropas en Gaza, que actualmente se enfrenta a milicias armadas, bandas criminales y la amenaza de ataques israelíes, sin que Hamás dé señales de desarmarse. Esta fuerza representaría un esfuerzo multinacional sin precedentes para estabilizar el territorio controlado por Hamás desde 2007.

Un funcionario de Oriente Medio familiarizado con los planes dijo a CNN que las naciones que se espera participen en la misión todavía están en conversaciones con Estados Unidos sobre cuestiones clave, incluyendo el tamaño de la fuerza, el número de efectivos que aportará cada nación, la cadena de mando, quién liderará la toma de decisiones y la duración del despliegue de la fuerza.

Israel ha manifestado su preocupación por los participantes en la fuerza, afirmando que no tolerará la participación de naciones que considera antagónicas, como Turquía, que desempeñó un papel crucial para lograr que Hamás aceptara un alto el fuego.

“Estas cuestiones de composición, la falta de claridad en torno a los detalles de, por ejemplo, el mandato de desarme, y las incertidumbres sobre lo que la interacción y la coordinación inevitablemente implicarán con las Fuerzas de Defensa de Israel, sin duda plantean desafíos para el lanzamiento”, dijo Lucy Kurtzer-Ellenbogen, investigadora principal del Instituto de Oriente Medio.

El funcionario regional declaró a CNN que algunas naciones potencialmente participantes han insistido en que la fuerza sea solo transitoria, con un plazo limitado hasta que una Autoridad Palestina “empoderada” pueda asumir plenamente el control en Gaza.

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