BRASILIA, Brasil (AP) — La policía federal de Brasil dijo que los mensajes encontrados en el teléfono del expresidente Jair Bolsonaro muestran que alguna vez quiso huir a Argentina y solicitar asilo político, según documentos vistos el miércoles por The Associated Press.
Bolsonaro actualmente está esperando un fallo de la Corte Suprema sobre un presunto intento de golpe de Estado y se enteró el miércoles de que podría enfrentar otro caso cuando la policía lo acusó formalmente a él y a uno de sus hijos, Eduardo Bolsonaro, de obstrucción de la justicia en relación con su juicio.
El informe de 170 páginas decía que Bolsonaro había redactado una solicitud de asilo político al gobierno del presidente argentino Javier Milei con fecha del 10 de febrero de 2024. Guardó el documento dos días después de que las autoridades registraran su casa y oficina como parte de la investigación del supuesto complot golpista.
Cerca de esa fecha, Bolsonaro admitió haber pasado dos noches en la embajada de Hungría en Brasilia, lo que alimentó las especulaciones de que podría haber estado intentando evitar el arresto.
La trama argentina se enmarca en una acusación policial más amplia de obstrucción a la justicia, en la que Bolsonaro supuestamente ignoró las medidas cautelares establecidas para su arresto domiciliario y difundió contenido a sus aliados “para atacar directamente a las instituciones democráticas brasileñas, en particular la Corte Suprema e incluso el Congreso de Brasil”, según el informe.
AP revisó las pruebas policiales, que incluían intercambios a través de aplicaciones de mensajería y mensajes de voz, después de que la policía remitiera los documentos al Tribunal Supremo de Brasil. Bolsonaro enfrentaría otro juicio si el fiscal general decide acusarlo.
El juez Alexandre de Moraes, que lleva el caso, dio a los abogados de Bolsonaro 48 horas para explicar por qué el expresidente pidió asilo político en Argentina y no cumplió con otras medidas cautelares de su arresto domiciliario, como evitar el contacto con personas fuera de su círculo familiar.
Asilo en Argentina
En una carta de 33 páginas dirigida a Milei, Bolsonaro afirmó estar siendo perseguido políticamente en Brasil. Ambos son firmes partidarios del presidente estadounidense Donald Trump, quien recientemente ha repetido algunas de las afirmaciones del expresidente en su decisión de imponer aranceles del 50% a las exportaciones brasileñas.
“Yo, Jair Messias Bolsonaro, solicito asilo político a Vuestra Excelencia en la República Argentina, en régimen de urgencia, por encontrarme en situación de persecución política en Brasil y temo por mi vida”, escribió el ex mandatario brasileño.
El Tribunal Supremo de Brasil confiscó el pasaporte de Bolsonaro el 8 de febrero de 2024. Ha intentado recuperarlo repetidamente, incluso antes de la investidura de Trump a principios de este año. De Moraes rechazó todas las solicitudes, ya que se considera que el expresidente corre el riesgo de fugarse.
Manuel Adorni, portavoz de Milei, afirmó que el gobierno argentino aún no ha recibido información. Bolsonaro no hizo comentarios sobre la investigación.
El expresidente brasileño asistió a la toma de posesión de Milei en diciembre de 2023, mientras que el presidente en ejercicio Luiz Inácio Lula da Silva no asistió. Lula y Milei han mantenido una relación tensa desde que el derechista argentino asumió el cargo.
A Silas Malafaia, un pastor evangélico muy popular y fiel aliado de Bolsonaro, los investigadores le incautaron el pasaporte y el teléfono celular, pero no fue acusado formalmente de obstrucción a la justicia.
Elogiando a Trump
La policía federal de Brasil reunió varios mensajes entre Bolsonaro y su hijo en los que muestran interés en elogiar a Trump para afectar procedimientos legales en su país.
“No tendrás tiempo de revertir la situación si este tipo te da la espalda. Aquí todo es muy delicado, cualquier detalle te afecta”, le dijo Eduardo Bolsonaro a su padre en uno de los intercambios.
“En la situación actual, ni siquiera hay que preocuparse por la cárcel; no se les arrestará. Pero me temo que las cosas cambiarán aquí (en Estados Unidos). Incluso dentro de la Casa Blanca, hay gente que le dice a Trump: ‘Bueno, Brasil se acabó. Sigamos adelante’”, dijo Eduardo Bolsonaro.
Anteriormente, Eduardo Bolsonaro declaró que “nunca tuvo la intención de interferir en ningún proceso en curso en Brasil”. Añadió que las conversaciones con su padre, parte de la investigación, son “absolutamente normales” y que su publicación tiene un sesgo político.
Algunos intercambios también muestran fricciones salpicadas de improperios entre padre e hijo. Eduardo, quien se mudó a Estados Unidos a principios de este año a pesar de tener un escaño en el Congreso brasileño, califica a Bolsonaro de “desagradecido” por sus esfuerzos para influir en la administración Trump a su favor.
Eduardo Bolsonaro también pide a su padre “ACTÚE CON RESPONSABILIDAD” para no tener que permanecer mucho más tiempo en EE.UU.
Evitar la prisión
Eduardo Bolsonaro también afirmó haber conseguido el apoyo del gobierno estadounidense “con gran dificultad”, alegando que él y un aliado, Paulo Figueiredo, eran los únicos con acceso a la Casa Blanca. También le dijo a su padre que la presión de Trump era la única oportunidad que tenía Bolsonaro para evitar la cárcel.
“El hombre más poderoso del mundo está de tu lado. Hicimos nuestra parte”, escribió Eduardo el 10 de julio.
La policía federal brasileña también investigó las conversaciones entre Bolsonaro y Martin de Luca, abogado de la plataforma de video Rumble y de Trump Media Group, en un caso que impugna al juez Alexandre de Moraes, quien supervisa las investigaciones contra el expresidente. De Luca envió al expresidente información sobre la demanda de Rumble contra De Moraes en EE. UU.
El 14 de julio, De Luca le escribió a Bolsonaro, informándole que estaba recibiendo solicitudes de entrevistas de medios estadounidenses para el expresidente. Ese mismo día, Bolsonaro le envió un mensaje de voz a De Luca pidiéndole consejo.