La Casa Blanca ha desestimado los informes de los medios de comunicación estadounidenses que afirman que el zar de la frontera Tom Homan aceptó un soborno de 50.000 dólares (37.000 libras esterlinas) el año pasado durante una operación encubierta del FBI.
Según varios medios, el año pasado Homan supuestamente prometió contratos gubernamentales relacionados con la inmigración a agentes del FBI que se hicieron pasar por ejecutivos de empresas durante una reunión en Texas.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, negó las acusaciones y afirmó que Homan “no hizo absolutamente nada malo” y fue el objetivo del intento por motivos políticos de la administración Biden de desacreditarlo.
Homan está liderando los esfuerzos para cumplir la promesa del presidente Donald Trump de realizar deportaciones masivas y detener la inmigración ilegal.
“El Sr. Homan nunca aceptó los 50.000 dólares a los que se refiere”, declaró Leavitt en la rueda de prensa del lunes en la Casa Blanca. “Este fue otro ejemplo del uso del Departamento de Justicia de Biden como arma contra uno de los partidarios más firmes y elocuentes del presidente Trump en plena campaña presidencial”.
“Había agentes del FBI trabajando de forma encubierta para intentar atrapar a uno de los principales aliados y partidarios del presidente, alguien que sabían muy bien que asumiría un cargo en el gobierno”.
Leavitt dijo que el actual director del FBI, Kash Patel, había ordenado una investigación sobre el asunto, que “no encontró evidencia de actividad ilegal o irregularidad criminal”.
“El presidente apoya a Tom Homan al 100%”, añadió.
La subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Abigail Jackson, dijo el domingo que Homan no estuvo involucrado en la adjudicación de ningún contrato.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, la agencia federal encargada de proteger la frontera estadounidense, remitió a la BBC a la Casa Blanca para que formulara preguntas sobre el asunto.