El National Trust for Historic Preservation, una organización sin fines de lucro creada por el Congreso para promover la política de preservación histórica en los EE. UU., ha escrito una carta instando a la administración Trump a pausar la demolición del Ala Este de la Casa Blanca hasta que se complete una revisión de los planes del salón de baile del presidente Trump.
La carta, enviada el martes y dirigida a la Comisión de Planificación de la Capital Nacional, el Servicio de Parques Nacionales y la Comisión de Bellas Artes, expresa preocupación por el tamaño del anexo del salón de baile: «la nueva construcción propuesta abrumará a la propia Casa Blanca».
El Fideicomiso no tiene autoridad legal para obligar a la administración Trump a detener la construcción.
«Instamos respetuosamente a la Administración y al Servicio de Parques Nacionales a que suspendan la demolición hasta que los planes para el salón de baile propuesto pasen por los procesos de revisión pública legalmente requeridos, incluida la consulta y revisión por parte de la Comisión de Planificación de la Capital Nacional y la Comisión de Bellas Artes, y a que inviten al público a hacer comentarios», dice.
La semana pasada, la Sociedad de Historiadores de Arquitectura planteó preocupaciones similares sobre el tamaño del salón de baile y su impacto en los terrenos de la Casa Blanca.
Y en agosto, una carta del Instituto Americano de Arquitectos también se centró en el tamaño del salón de baile. «La ampliación propuesta de 90.000 pies cuadrados plantea dudas sobre la escala y el equilibrio. El diseño debe armonizar absolutamente con las proporciones arquitectónicas existentes de la Casa Blanca».
La Sociedad de Historiadores de Arquitectura y el Instituto Americano de Arquitectos pueden hacer recomendaciones, pero no tienen ningún papel reglamentario en el diseño o la construcción del salón de baile.
Un funcionario de la Casa Blanca declaró el miércoles que los planos de construcción del nuevo salón de baile se presentarían a la Comisión Nacional de Planificación de la Capital «en el momento oportuno y con la esperanza de hacerlo pronto». Otro funcionario de la Casa Blanca declaró: «El alcance y la envergadura del proyecto siempre han estado sujetos a variaciones a medida que se desarrollaba el proceso».
La Casa Blanca no ha comentado sobre las preocupaciones planteadas por los tres grupos, pero en un comunicado emitido el martes hizo referencia a la «indignación fabricada, los izquierdistas desquiciados y sus aliados de las noticias falsas» que, según dijo, «se agarran las perlas por la visionaria adición del presidente Donald J. Trump de un gran salón de baile financiado con fondos privados a la Casa Blanca».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al hablar sobre la construcción del salón de baile, dijo a Fox News el miércoles: «Casi todos los presidentes que han vivido en esta hermosa Casa Blanca detrás de mí han hecho sus propias modernizaciones y renovaciones».
Agregó: «Durante décadas, en la época moderna, los presidentes han bromeado sobre cómo desearían tener un espacio para eventos más grande aquí en la Casa Blanca que pueda albergar a cientos de personas más que los actuales East Room y State Dining Rooms».