La cuarta refinería de petróleo más grande de Rusia, la planta de Ryazan ubicada al sureste de Moscú, detuvo el miércoles una unidad primaria de destilación de crudo luego de un ataque con drones ucraniano, dijeron el viernes a Reuters dos fuentes de la industria.
Ucrania ha intensificado sus ataques a la infraestructura energética de Rusia mientras las conversaciones de paz mediadas por el presidente estadounidense Donald Trump no han progresado.
Las autoridades locales han afirmado que este tipo de ataques han sido la causa de la escasez de combustible para motores en varias regiones de Rusia.
El Estado Mayor de Ucrania informó el jueves que las fuerzas de Kiev atacaron la refinería de petróleo de Riazán.
Fuentes de la industria en Rusia dijeron a Reuters que la unidad de procesamiento CDU-4 fue detenida urgentemente el jueves después de que se incendiara tras un ataque con drones.
La capacidad de la unidad es de 4 millones de toneladas métricas al año, o 80.000 barriles por día, lo que representa alrededor de una cuarta parte de la capacidad total de la planta.
La petrolera Rosneft, propietaria de la refinería, no respondió a una solicitud de comentarios. Las fuentes indicaron que la planta sigue procesando petróleo, pero a un volumen reducido.
Una de las fuentes dijo que algunas unidades adyacentes también fueron detenidas, entre ellas un reformador, un hidrotratador de gasóleo al vacío y un craqueador catalítico.
La refinería procesó 13,1 millones de toneladas de crudo en 2024, produciendo 2,3 millones de toneladas de gasolina, 3,4 millones de toneladas de diésel y 4,2 millones de toneladas de combustible para calefacción.