El recordado animador chileno Roberto Nicolini, figura icónica de la televisión infantil gracias a su conducción de Pipiripao, se prepara para regresar a la pantalla este domingo en un especial emitido por UCV Televisión. La noticia llega en un año especialmente duro para el comunicador, quien enfrentó delicados problemas de salud que pusieron su vida en riesgo.
Un año marcado por la lucha
En enero, Nicolini sufrió un accidente cerebrovascular, y meses después, en septiembre, atravesó un infarto que lo dejó en una situación de extrema fragilidad. En conversación con Ciudadano ADN, el animador relató su proceso de recuperación y las secuelas que aún enfrenta.
“Uno se da cuenta de que todos los músculos, la vida, es un regalo. Recuperarse cuesta, pero es un regalo de la vida”, expresó con emoción. Actualmente, se encuentra realizando kinesiología para recuperar movilidad facial y fuerza cardíaca, ya que, según le informó su cardiólogo, su corazón funciona apenas al 18% de su capacidad.
La emoción del reencuentro con Pipiripao
A pesar de las complicaciones, Nicolini mantiene intacta su pasión por la televisión. “Volver a los estudios donde se construyó Pipiripao es una alegría enorme. No es un regreso como tal, sino un tributo hecho por gente joven que se hizo cargo de la historia del programa”, explicó.
El especial contempla 12 capítulos que rescatan el legado del histórico programa infantil, con Nicolini participando en uno de ellos. La producción busca rendir homenaje a un espacio que marcó la infancia de miles de chilenos en las décadas de los 80 y 90.
Crítica a la televisión actual
En su reflexión sobre la industria televisiva, el animador de 68 años lamentó la falta de innovación en los formatos modernos. “La televisión abierta no tiene nada que ver con lo que hacíamos. Los programas son versiones extranjeras de lo mismo, sin la chispa que hacía único a un programa como el nuestro”, señaló con nostalgia y firmeza.
Un regreso cargado de significado
Aunque su participación será limitada a un episodio, Nicolini ve este tributo como una oportunidad de reconectar con quienes crecieron viéndolo y transmitir un mensaje de resiliencia.
Consciente de la fragilidad de su salud, el animador asegura que su mayor aprendizaje ha sido valorar cada momento: “La vida me ha enseñado que todo es un regalo. Estar aquí y volver, aunque sea por un instante, es un milagro”.