Una controvertida decisión arbitral eclipsó las primeras etapas del enfrentamiento del jueves por la noche entre los Minnesota Vikings y Los Angeles Chargers, una que convirtió lo que parecía ser un touchdown defensivo en una ganancia de 14 puntos, mientras que el entrenador de los Vikings está lidiando con un problema de doble mariscal de campo.
A mediados del primer cuarto, el mariscal de campo de los Chargers, Justin Herbert, se vio presionado por la carga de Minnesota y lanzó un pase bajo presión. El back defensivo de los Vikings, Isaiah Rodgers, pareció interceptar el balón en plancha, poniéndose de pie y corriendo hacia la zona de anotación para una aparente intercepción para touchdown.
La jugada desató la celebración en la banda de los Vikings, creyendo que habían aprovechado el impulso inicial. Pero el júbilo no duró mucho. Los árbitros revisaron la jugada y dictaminaron que el balón tocó el suelo cuando Rodgers intentó atraparlo. La decisión fue revocada, anulando el touchdown y devolviendo la posesión a Los Ángeles. Esto ocurre después de que un árbitro se viera obligado a proteger a un jugador estrella mientras se desataba una pelea aterradora en el campo .
La revocación de la decisión contra Rodgers enfureció a los aficionados de los Vikings. El experto en reglas de Prime Video, Terry McAulay, discrepó con la decisión y declaró en la transmisión: «No veo suficiente para revocarla de inmediato». El fallo contradecía el principio tradicional de que una decisión en el campo debe ser «clara y obvia» para ser modificada.
El cambio resultó ser drástico. En lugar de que Minnesota se adelantara 7-0, los Chargers mantuvieron la posesión y avanzaron 83 yardas para anotar un touchdown en una serie ofensiva de 14 jugadas, culminada con el pase de Justin Herbert a Oronde Gadsden. El cambio de ritmo fue inmediato y brutal.
Kirk Herbstreit resumió a la perfección la frustración en la cabina: «Piénsenlo. Esto va de una intercepción para touchdown a una serie ofensiva de 14 jugadas para touchdown».
A partir de ese momento, los Vikings nunca se recuperaron del todo. Los Chargers dominaron la posesión y movieron el balón a su antojo. Al final del primer cuarto, habían superado a Minnesota por 128-16 y tenían una ventaja de 11-1 en primeros downs.
Los Chargers construyeron una ventaja de 14-0 gracias al juego eficiente de Herbert, quien se conectó con Gadsden repetidamente, mientras que el corredor Kimani Vidal avanzó con potencia desde corta distancia para anotar otro tanto.
La defensa de Minnesota, ya bajo presión para contener a Herbert tras concederle 407 yardas de pase en su último encuentro, se vio debilitada. Les costó generar presión o recuperarse de lo que muchos aficionados consideraron una decisión desalentadora e injusta.
La indignación en línea fue inmediata. Los aficionados de los Vikings inundaron las redes sociales, cuestionando qué se considera una recepción en la NFL actual. Un aficionado escribió: «Mala decisión, no estoy 100% seguro de que haya sido una recepción, pero no veo nada que permita revertirla». Otro añadió: «Parece que la NFL ha vuelto a desconocer qué es una recepción».
Al medio tiempo, los Chargers ganaban 21-3 después de que Cameron Dicker fallara un gol de campo de 49 yardas, pero la polémica reversión fue el momento decisivo. Lo que podría haber sido una chispa defensiva para Minnesota se convirtió en el punto de inflexión del partido.