El nuevo director ejecutivo del Newcastle, David Hopkinson, preside una «revisión de 100 días» de todas las áreas operativas del club. Es el tipo de ejercicio de gestión que tanto aprecian los altos ejecutivos de diversas empresas, pero la realidad en St James’ Park es que casi todos los departamentos dependen en gran medida de la suerte del primer equipo. En otras palabras, si el equipo de Eddie Howe no logra clasificarse para la Champions League la próxima temporada, todos sufrirán las consecuencias.
Dado que las probabilidades están abrumadoramente en contra de que Newcastle levante ese trofeo la próxima primavera, necesitan desesperadamente alcanzar su ritmo en la Premier League y comenzar a escalar en la tabla.