Los problemas del fútbol nigeriano se profundizaron en el escenario internacional el miércoles por la noche cuando las Águilas Voladoras fueron despiadadamente desmanteladas 4-0 por Argentina en los octavos de final de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2025 en Chile.
La dura derrota puso fin a la campaña de Nigeria de forma vergonzosa, lo que generó nuevas preocupaciones sobre la estructura del fútbol juvenil del país, la dirección técnica y la preparación mental a nivel mundial.
Argentina no perdió tiempo en imponer su dominio, con A. Sarco abriendo el marcador ya en el minuto 2, después de que la defensa nigeriana no lograra despejar un centro rutinario. Los sudamericanos ampliaron su ventaja en el minuto 23 por medio de M. Carrizo, quien aprovechó otro fallo defensivo para batir al portero Nathaniel Nwosu.
Las Águilas Voladoras mostraron pocas señales de recuperación tras la reanudación. Carrizo volvió a marcar en el minuto 53 para poner el 3-0, antes de que M. Silvetti sellara la derrota de Nigeria en el minuto 66 con una definición serena.
Para el minuto 79, era evidente que el bicampeón había sido superado por completo, táctica, física y mentalmente. El equipo del entrenador Aliyu Zubairu ofreció poca creatividad en ataque y tuvo dificultades para hacer frente al ritmo y la precisión de Argentina en las transiciones.
El resultado significa que las esperanzas de Nigeria de poner fin a una espera de 18 años por el título mundial sub-20 se han visto frustradas una vez más. Las Águilas Voladoras, que alcanzaron los octavos de final tras una actuación irregular en la fase de grupos (perdiendo 1-0 ante Noruega, venciendo 3-2 a Arabia Saudita y empatando 1-1 con Colombia), ahora regresarán a casa para reflexionar sobre lo que salió mal.
Ante el creciente descontento entre los fanáticos y los expertos, aumentan los pedidos de una revisión completa del sistema de fútbol juvenil de Nigeria, desde el desarrollo de talentos hasta el entrenamiento y la administración.
Para Argentina, la contundente victoria los envía a los cuartos de final con impulso y confianza, mientras que Nigeria tendrá que recoger los pedazos de otra decepción internacional.