US Open: Sabalenka gana su segundo título consecutivo y derrota a Anisimova

Aryna Sabalenka retuvo su corona del US Open con una victoria 6-3, 7-6 (3) sobre la octava cabeza de serie estadounidense Amanda Anisimova en la final femenina el sábado, subrayando su afirmación como la reina moderna de la cancha dura.

La bielorrusa no se ha perdido una final importante en cancha dura desde 2022. Su último trofeo eleva su cosecha de Grand Slam a cuatro, ya que se convierte en la primera mujer en ganar dos US Opens consecutivos desde que Serena Williams consiguió tres títulos consecutivos entre 2012 y 2014.

La batalla entre dos de las mujeres con el golpe más fuerte y los mejores saques del tenis se redujo a errores no forzados, ya que Sabalenka los mantuvo en 15 en comparación con los 29 de su oponente.

“Quiero agradecer a todos los que vinieron aquí, a los que volaron para estar ahí en mi palco”, dijo Sabalenka, quien cayó de rodillas después de asegurar el partido con un saque imposible de devolver, y saltó arriba y abajo con sus entrenadores en las gradas en una escena de absoluta alegría.

“Voy a llegar a muchas más finales y no me importa en qué parte del mundo estés, te quiero en mi caja”.

Jugando apenas su segunda final importante, Anisimova, nacida en Nueva Jersey, tuvo a los fanáticos del famoso Arthur Ashe Stadium de su lado, pero nunca pudo mantener el impulso.

“Ha sido un verano fantástico. Perder dos finales seguidas es genial, pero también es durísimo”, dijo Anisimova, de 24 años, quien volvió a llorar tras la desgarradora derrota por 6-0 y 6-0 en la final de Wimbledon hace dos meses.

Sabalenka marca el tono desde el principio
Sabalenka, de 27 años, tenía hielo en las venas mientras salvaba tres puntos de quiebre en un nervioso primer juego, y Anisimova entregó el quiebre temprano cuando envió un tiro más allá de la línea de base en el segundo.

Anisimova encontró su ritmo al ganar un peloteo de 12 golpes con un golpe de derecha ganador, fuera del alcance de Sabalenka, para recuperar el quiebre en el tercer juego. La estadounidense se adelantó un quiebre cuando su oponente envió un golpe más allá de la línea de fondo en el quinto.