La administración Trump decidió la semana pasada revocar las visas otorgadas previamente a los líderes de la Autoridad Palestina. A menos que la decisión se revoque pronto, la cancelación de las visas impedirá que la delegación participe físicamente en el 80.º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que comenzará a finales de este mes en Nueva York. Se espera que los temas relacionados con Palestina, incluyendo Gaza, Cisjordania y la independencia, ocupen un lugar destacado en la agenda de la ONU. Esto también tendrá graves repercusiones para la imagen de Estados Unidos en la región y en el mundo.
Arabia Saudita y Francia organizarán una conferencia de alto nivel paralelamente a la sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas —probablemente la reunión de alto nivel más importante celebrada en la ONU en mucho tiempo— sobre la implementación de la solución de dos Estados. En palabras del presidente francés, Emmanuel Macron, esta conferencia podría ser un “punto de inflexión decisivo para la paz y la seguridad de toda la región”.
Estos dos países han defendido la causa de completar el ciclo de reconocimientos del Estado de Palestina. El martes, el ministro de Asuntos Exteriores belga, Maxime Prevot, declaró que su país reconocerá un Estado palestino independiente en la Asamblea General de la ONU, lo que convierte a Bélgica en la más reciente incorporación a la lista de países que planean tal acción en Nueva York. Prevot también anunció “sanciones firmes” contra el gobierno israelí.
Se espera que al menos media docena de otros Estados anuncien su apoyo a la independencia palestina, lo que eleva el total a más de 150, incluyendo algunos de los aliados y socios más cercanos de Estados Unidos. Este total representa alrededor del 78 % de los 193 miembros de la ONU y el 95 % de la población mundial, una mayoría abrumadora.
El miércoles, Macron escribió en X, tras hablar con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, que copresidirán la conferencia en Nueva York el 22 de septiembre. Añadió que «la decisión estadounidense de no conceder visados a los funcionarios palestinos es inaceptable», al tiempo que exigió que «se revoque esta medida» para garantizar una representación palestina adecuada «de conformidad con el Acuerdo con el País Anfitrión».
Macron afirmó que el objetivo de la conferencia era claro: «Conseguir el mayor apoyo internacional posible para la solución de dos Estados, la única manera de satisfacer las legítimas aspiraciones tanto de israelíes como de palestinos». Lograr este objetivo requerirá un alto el fuego permanente, la liberación de rehenes y el envío masivo de ayuda humanitaria, afirmó Macron.