Argentina aplastó a Australia por 67-27 la última vez que ambas naciones se enfrentaron en el Rugby Championship hace un año, pero nadie espera algo similar cuando se enfrenten en el calor tropical de Townsville este fin de semana.
Las victorias sobre los British & Irish Lions y los All Blacks este año demuestran que los Pumas no han decaído en absoluto, pero la transformación de Australia en los últimos 12 meses significa que llegan al partido del sábado como ligeros favoritos.
Una victoria en la tercera prueba de la serie Lions seguida de una de las grandes sorpresas de la era moderna contra los Springboks y una ajustada derrota en su segundo partido en Sudáfrica han animado a los fanáticos de los Wallabies.
El entrenador Joe Schmidt sabe que es vital que su equipo mantenga el impulso que ha ganado en las pruebas consecutivas contra los Pumas antes de enfrentarse a los All Blacks para cerrar la competencia.
“Creo que corregimos varias cosas sobre la marcha. No es una solución repentina que necesitáramos encontrar, y estoy bastante seguro de que los jugadores son conscientes de lo que deben ofrecer ahora”, declaró Schmidt a la prensa en Townsville el jueves.
Es difícil conectar algo de hace un año con lo que estamos haciendo ahora, pero sin duda ha habido algunas conexiones, y parte de esa conexión es la calidad del equipo de los Pumas. Esperamos que sea un partido muy difícil.
La consistencia en la selección es uno de los mantras de Schmidt y le dio la bienvenida nuevamente al capitán Harry Wilson y al apertura Tom Lynagh tras su lesión en la primera oportunidad que tuvo cuando nombró a su equipo el jueves.
Andrew Kellaway se ubica como fullback en lugar del lesionado Tom Wright, mientras que Tom Hooper, quien podría haber tenido que dejar su lugar a Wilson, pasa a la segunda línea después de que Will Skelton regresara a su club francés.
PUMAS EN LO ALTO
Los Pumas llegaron al norte de Queensland con la moral por las nubes tras vencer a los All Blacks por primera vez en casa en la segunda ronda del campeonato.