Woodman-Wickliffe rompe el récord de tries de Nueva Zelanda en su crucero por el Mundial contra Japón

Portia Woodman-Wickliffe ya había consolidado su leyenda en el rugby antes de hacer historia contra Japón. Mucho se ha dicho de la alera: la exjugadora de las Black Fern, Kendra Cocksedge, dijo que “no es humana” y la estrella neozelandesa Ruby Tui la describió como “de otro mundo”. El domingo, Woodman-Wickliffe se convirtió en la máxima anotadora de tries de Nueva Zelanda, al asegurar su pase a cuartos de final con una gran victoria.

Woodman-Wickliffe adelantó a Doug Howlett, quien anotó 49 tries en 62 tests, mientras que la alera de las Black Ferns alcanzó sus 50 tries en 30 tests. Además, aumentó su récord de tries en la Copa del Mundo, que ahora es de 22.

Al preguntarle si le quedan más récords por batir, Woodman-Wickliffe, de 34 años, respondió: «Muchos. No sé cuáles son, pero son un testimonio del equipo. Tuve que decirle a mi madre: ‘No hables de eso’; hay muchísima presión externa. Pensé: ‘Voy a marcar este gol, a superarlo y así no tendré que pensar en ello durante el resto del partido’. Al final, es el equipo; mi trabajo es terminar lo que el equipo crea. Si puedo hacerlo y aumenta los récords, que así sea, pero en mi opinión, eso no tiene nada que ver con lo que hago. Simplemente salgo y hago mi trabajo».

Braxton Sorensen-McGee también marcó, el zaguero anotó un impresionante triplete y convirtió cuatro goles, mientras que la tercera línea Jorja Miller anotó dos tries.

El silencio invadió Sandy Park para el Haka, pero se escuchó un rugido de “¡ooo!” mientras Japón formaba una flecha y avanzaba en fila para lanzar su propio desafío a Nueva Zelanda. La leyenda de las Black Ferns, Tui, estaba sentada justo frente a la cabina de prensa y se puso de pie para seguir el Haka, llenando de emoción las gradas.

A menos de un minuto de partido, la zaga japonesa Sora Nishimura se lesionó tras chocar con una de sus compañeras, lo que dio energía al equipo. Anotaron uno de los mejores tries del torneo hasta la fecha, con la alero Sakurako Hatada rematando con gran precisión. Pero con un parpadeo, Nueva Zelanda puede darle la vuelta al partido, y eso fue precisamente lo que hicieron con el try de Woodman-Wickliffe.

El marcador fue una muestra de habilidad individual bastante especial, pero el siguiente tanto de Miller lo eclipsó de alguna manera: corrió una línea impecable y eludió a dos defensas. Katelyn Vahaakolo, Sorensen-McGee y Kennedy Tukuafu anotaron antes de que Haruka Hirotsu recibiera una tarjeta amarilla que la obligaría a revisar el búnker por una entrada alta, pero solo fue sancionada con penalización.