Grupos de la sociedad civil angoleña piden a la Federación Argentina de Fútbol y al jugador estrella Lionel Messi que cancelen un partido amistoso previsto para noviembre.
Esta petición surge tras las violentas protestas en Angola que se saldaron con la muerte de treinta personas. Las asociaciones de fútbol de ambos países habían estado negociando una fecha para el partido en Luanda como parte de las celebraciones del quincuagésimo aniversario de la independencia de Angola.
En una carta abierta dirigida a la Asociación del Fútbol Argentino, a la selección nacional y a la fundación benéfica de Messi, cuatro organizaciones de la sociedad civil acusaron a las autoridades angoleñas de represión sistemática.
Argumentaron que retirarse del partido representaría un gesto noble de solidaridad internacional y de respeto a los derechos humanos.
Estas organizaciones, que incluyen grupos católicos, jurídicos y pro democracia, destacaron que, a pesar de que Angola es uno de los principales productores de petróleo de África, alrededor de un tercio de sus casi treinta y ocho millones de residentes vive en la pobreza.
Las protestas fueron provocadas por el aumento del precio del combustible y escalaron hasta convertirse en violencia, dejando más de doscientas setenta personas heridas y alrededor de mil quinientas arrestadas durante los disturbios más importantes en décadas.
La carta expresaba preocupación por el hecho de que, mientras se destinan fondos públicos a importantes eventos deportivos, muchos ciudadanos están lidiando con el hambre crónica y la inseguridad alimentaria generalizada.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura indica que el 22,5% de la población de Angola sufre desnutrición.
Los grupos destacaron que sólo un pequeño número se beneficia de las oportunidades económicas, principalmente aquellos vinculados al partido gobernante MPLA, que está en el poder desde la independencia de Angola de Portugal en 1975.