Alejandro Micco advierte: sin libre disposición, el próximo Gobierno deberá “desvestir un santo para vestir otro”

El economista y exsubsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, criticó la decisión del Gobierno de eliminar la glosa de libre disposición en el proyecto de Ley de Presupuestos 2026, argumentando que esto limitará la flexibilidad de la futura administración para implementar sus prioridades.

“El financiamiento no será libre”

En conversación con El Primer Café de Radio Cooperativa, Micco explicó que, a diferencia de otros años, el Ejecutivo optó por reemplazar la tradicional glosa con un margen de reasignación de 900 millones de dólares, en lugar de dejar 700 millones de libre disposición.

“Si el futuro Gobierno quiere gastar 700 millones de dólares, va a tener que desvestir un santo para vestir otro, y claramente es muy difícil en políticas públicas, porque significa no hacer un programa o no ejecutar una obra en alguna región”, señaló.

Micco recalcó que la ventaja de la glosa era entregar al próximo Presidente la posibilidad de definir libremente en qué invertir, sin necesidad de sacrificar programas en curso.

Claudio Agostini: “Respetar la democracia”

El economista de la Universidad Adolfo Ibáñez, Claudio Agostini, coincidió en que el nuevo diseño puede generar dificultades:

“Un principio sano de política fiscal sería dejar un margen para que el Gobierno entrante pueda ejecutar sus prioridades, por las cuales fue elegido. De lo contrario, debe reasignar —lo que es complejo— o esperar hasta el siguiente año presupuestario”.

Agostini destacó la importancia de combinar disciplina fiscal con flexibilidad democrática: limitar el gasto global, pero permitir un espacio para que la nueva administración ejecute parte de su programa desde el primer año.

Jaime Ruiz-Tagle: “No sé si es el mejor momento para eliminarla”

Por su parte, el académico de la Universidad de Chile, Jaime Ruiz-Tagle, recordó que la medida proviene de una recomendación de la Comisión Asesora para Reformas Estructurales del Gasto Público, integrada por expertos de diversas corrientes políticas.

Aunque personalmente nunca fue partidario de la glosa, advirtió que su eliminación en un contexto de finanzas públicas tensas podría no ser la mejor señal:

“Es más fácil implementar cambios de este tipo en tiempos de vacas gordas, cuando hay expectativas de mayores ingresos”.

Libertad y Desarrollo: incentivo bien intencionado, pero problemático

Desde el centro de estudios Libertad y Desarrollo (LyD), la economista Macarena García sostuvo que la recomendación buscaba incentivar la eficiencia del gasto público, obligando a los nuevos gobiernos a reasignar recursos mal utilizados.

Sin embargo, advirtió que la medida puede generar tensiones políticas:

“Cuando una administración promete ayudas y beneficios aprobados por el Congreso, y la siguiente los cambia para reasignar fondos, el costo político puede ser mayor que el incentivo a mejorar la eficiencia”.

Un debate abierto en medio del estrés fiscal

Las distintas posturas reflejan que la eliminación de la glosa de libre disposición divide a los economistas. Mientras algunos valoran la disciplina fiscal y la búsqueda de eficiencia, otros advierten que se restringe la capacidad del próximo Gobierno de responder con rapidez a las prioridades ciudadanas por las que fue elegido.

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